viernes, 9 de enero de 2009

Blanco

El conjunto de todos los colores. El cómputo de toda la gama de tonos que crea el arcoiris. El COLOR, así... en mayúsculas.
Hoy todo es de color en Madrid. Porque todo está blanco. Ha nevado tanto como nunca había visto por esta zona. Y el paisaje que queda enmoquetado en blanco es de lo más especial.

Amanecí a eso de las 9.00 a.m. Cuando me cruzo con mi madre en el pasillo me comenta: "Vaya suerte la tuya... Ayer os echan el hormigón del forjado y hoy está todo nevado".






Qué bajoncete!!!
Tanto tiempo pensando en cómo hacer mejor las cosas, dándole mil vueltas a todo para que no surjan trabas que se conviertan luego en problemas gordotes y, al final, la casualidad ha querido que salga el día más frío (y con la nevada más grande) en 5 años, justo cuando nuestro hormigón está recién tirado.

En fin... la lucha contra los elementos es una batalla perdida así que, después de maldecir la "Ley de Murphy" durante unos minutos, he preparado la mochila y me he pirado a entrenar.

Hoy tenía una hora de carrera y 2400 metros de nado (con 5 x 400m con técnica e intervalos, de bloque principal).

La carrera ha tenido que ser en cinta (aunque lo he dejado en 45', porque en el aparatejo ese del diablo salgo con peores sensaciones musculares y la FC se sube mucho antes).

Luego me fui a la pisci a cumplir con lo antes mencionado (aunque el entreno no me salió como para estar orgullosa de él) y acabé disfrutando de los chorretes, hidromasaje y jacuzzi a tope.

Qué gozada!!! Se ha notado la dificultad que ha tenido la gente para moverse con los coches (estaba Madrid completamente colapsado) en el hecho de que las instalaciones estaban desiertas. Me sentía como una pijilla: ahí, en medio de chorretes calentitos mientras, al otro lado de los cristales, la nieve se acumulaba y casi todo el mundo pasaba apuros para transitar por las vías principales en toda la Comunidad. Privilegio absoluto!

Pero el remate ha sido al salir al jacuzzi exterior: como el agua estaba calentita, se acumulaba una niebla densa, por el contraste con la temperatura ambiente y era como transportarse a Finlandia.

UMMMHHH, con lo que me gustan a mí los países nórdicos: qué chulada... un jacuzzi a 38 ºC, rodeado de nieve por todas partes... con copitos que caían y se deshacían inmediatamente.






Recomendable al 100%. Vaya regalazo me han dejado al final los Reyes Magos (aunque haya sido un poquito más tarde... no podían haber preparado nada mejor).

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