lunes, 21 de diciembre de 2009

Movimiento indoor

Me he despertado con la primera nevada en mi zona. Esta vez, las previsiones han sido muy exactas, a pesar de lo cual, Madrid se ha petado una vez más y se han vuelto a producir atascos, cortes en el transporte público e, incluso, la cancelación de vuelos en Barajas.




A mí me da igual. Bueno, no es eso exactamente; es que no me afecta y, si lo hace de alguna manera, es en mi favor. Y me explico:

Dado que en días como estos no se puede pedalear ni corretear por ahí fuera, hay que tirar de entrenamientos entre paredes. No es lo más agradable que se puede hacer pero bueno, ya disfruté ayer de mi sesión de 60' de fartlek a mediodía, con un sol maravilloso y nada de viento que, a pesar de la baja temperatura, hacía muy gozosa la salida.
Hoy el panorama era completamente distinto. Me quedaban dos sesiones para acabar la semana: una de bici (que habría que sustituir por spinning o rodillo) y otra de agüita, que se coge con ganas, teniendo en cuenta la que cae en el exterior.

Pues bien, resulta que el común de los mortales, en días como este hace de la pereza su mayor aliada, para evitar pasarse por el polideportivo. Así que, llega el momento del disfrute de los incondicionales quienes, bien enfundados y equipados, tiramos con nuestros trastos hacia el gimnasio y la piscinita para cumplir con nuestras "autoimpuestas obligaciones", en medio de un escenario en calma en el que rápidamente se hace notar la ausencia de esa clase de pseudodeportista tan molesto, que yo suelo calificar como "pre-turronero", "post-turronero" o "pre-playa" según el momento del año.

Y así, con la única compañía de los temas de mi mp3, he cumplido con la sesión de bici. He estirado y me he metido en el agua, para los 2500 con bastante técnica en una piscina en la que hoy faltaban las olas de quienes han sido vencidos por los atascazos o, tal vez, la desidia.

Con lo cual, una vez más, me congratulo por la enorme suertaza que tengo al poder saborear esos instantes matinales de calma y tranquilidad en horas en las que, muchas personas, desgraciadamente para ellos, intentan mantener sus nervios templados mientras observan el avance de las agujas del reloj en sus coches, formando hileras infinitas sobre el asfalto teñido de blanco.




Y es que hablan de cuánto gusta la nieve. Pero seguro que hay muchos que la maldicen mientras yo pedaleo observando cómo se derrite poco a poco al otro lado del cristal.

Creo que este va a ser todo mi premio de lotería. Mañana habrá muchos que brinden al tiempo que agitan un papel con 5 números sobre sus cabezas... pero yo ya he ganado mi premio: el tiempo libre del que dispongo para exprimir según mis deseos.
A mí me parece suficientemente valioso... ¿y vosotros, qué precio le ponéis al vuestro?



jueves, 19 de noviembre de 2009

¿Piratas vs. expoliadores?

Después de 47 días de secuestro, mucho jaleo mediático y no pocas "desesperadas" maniobras políticas, los marineros del Alakrana han sido liberados.
Sin embargo, conviene recibir información de otras fuentes (aparte de las que dominan y condicionan la opinión pública) y ahora, "rula" por las bandejas de entrada de muchos de nosotros un vídeo que, cuanto menos, resulta interesante.



Aunque muchos sospechábamos que este conflicto no es tan blanco o negro como quieren hacerlo pintar, aquí tenemos algunos datos concretos de lo que sucede en la zona, datos que aportan muchos matices grises a todo el asunto.

Merece la pena.

http://www.diagonalperiodico.net/Una-vision-distinta-de-los-piratas.html

jueves, 12 de noviembre de 2009

Sensaciones...

DÍA: JUEVES 12 DE NOVIEMBRE
HORA: 13.30 PM (minutos arriba y abajo)
LUGAR: Un punto kilométrico cualquiera de la M-608

Estoy concentrada en unos pocos detalles: por un lado, sigo el movimiento circular de las piernas de mi padre pedaleando sobre su bici, de esas piernas finas y fibrosas, esculpidas tras toda una vida de pedaladas, zancadas y gimnasia sueca (de la que sólo los “brutitos” son capaces de practicar). Por otra parte, cual yonki, no pierdo de vista la raya blanca… pero yo soy otro tipo de yonki, así que mi raya blanca es la del arcén que lleva a ningún sitio o a cualquier parte.

Sin embargo, a pesar de creer que tengo todos mis sentidos focalizados en eso, caigo en la cuenta de que no es así.

Primero me doy cuenta de la cantidad de ideas que atraviesan mi cabeza a lo largo de la rutina que me ha mandado Quino: “Dos horas con cadencia alta y sentadita en las rampas”.
Pienso en la paciencia necesaria para afrontar los primeros momentos de la temporada. Pienso en la cantidad de veces que crees que no vas a ser capaz de llegar más lejos ni de hacerlo más rápido.
Pienso en que, después de todo, al final siempre acabo evidenciando que eso no es así.
Y luego, empiezo pensar que tengo muchas ganas de llegar a casa porque hoy, tras salir de guardia durmiendo poco y mal, estoy especialmente flojita.

Y, con ese deseo de alcanzar la ducha y el plato de comida, empiezo a caer en otro tipo de detalles que me hacen más llevadero el suplicio que suponen los inicios de temporada.

Me doy cuenta del privilegio que supone poder pedalear detrás o al lado de mi “vieji”, mientras a esas horas, muchos sólo pueden desembragar y meter primera en cualquier salida de la capital.
También advierto la hermosa, aunque extraña armonía que genera el sonido conjunto del ronroneo de la cadena y el trino de los pájaros (a veces, ametrallada por el zumbido de los coches).

Y disfruto del azul del cielo, del color ocre de las hojas que se entremezclan en la cuneta con el verdor de la hierba y de las marrones moles graníticas de La Pedriza, que casi podemos acariciar desde allí.

Y de nuevo, más sensaciones… Una gota de sudor resbala sobre mi cara y llega a mis labios… Su sabor salado es aniquilado de inmediato por una cascada del preparado isotónico que atraviesa mi garganta para calmar mi sed y proporcionar un poco más de combustible a la bomba de relojería que tengo dentro del pecho, la misma que, cuando mi camino apunta hacia arriba se lamenta con más ahínco, como si quisiera decir: “Para o te paro”


Y al cabo de un rato largo, retomo, como Dorothy, mi particular camino hacia mi particular “Oz”… el rojo que tiñe el carril bici me recuerda que ya estoy más cerca del olor de la comida casera que se quedó preparada antes de la salida.

La magia se diluye un poquito… pero quedan muchos otros días para seguir exponiendo cada uno de los poros de mi piel a todas esas pequeñas maravillas.


Nota: Bienvenidos todos los Enphormaniacos que habéis descubierto recientemente este pequeño espejo virtual donde, de cuando en cuando, reflejo muchas de mis SENSACIONES COTIDIANAS ;o)

jueves, 29 de octubre de 2009

Próxima estación...


Invierno!!!

Sí, jejeje... pero mientras tanto, iremos disfrutando del maravilloso otoño que estamos teniendo, con temperaturas que aún animan a despojarse de las capas de más para sentir la brisa en la piel.


Después de unas vacaciones, finalmente extendidas más allá de lo que habría sido recomendable, me incorporo a la rutina, ahora difícil de llevar.

He disfrutado tanto de estas tres semanas de "pause", que se me ha hecho duro volver a "tomar los hábitos". Y a ello han contribuido, además, las múltiples y fastidiosas dolencias físicas que me han afectado durante el mes de octubre.

Conclusión: esto de salirse del camino, no lo llevo del todo bien... El cuerpo protesta y se manifiesta por medio de numerosos achaques, a cual más latoso.



El caso es que comencé mi "deshabituación triatlética" con una semanita en Cádiz, disfrutando de numerosos paseos por la playita (y algún baño), partidas de Buzz, cartas y cenas deliciosas.





El 27 de septiembre, regresé a casa, con tiempo suficiente para preparar una nueva maleta (pues a las 10.30 del día siguiente salía mi vuelo hacia Varsovia).

Allí, en Polonia, pasé otros ocho días magníficos, conociendo un país que tenía ganas de visitar y del que me he quedado bastante "pillada", y con ganas de volver a pisar con el fin de no dejarme lugares en el "fondo de la mochila".

Me encantó Gdansk; disfruté especialmente de su casco antiguo (el "Camino Real") y de la visita a Westerplatte, el lugar donde comenzó la invasión de los alemanes en la 2ª Guerra Mundial.



Después, llegaron Wroclaw y Cracovia y las visitas a Wielizcka y Auschwitz, ambas sobrecogedoras por muy diferentes motivos.




El caso es que volví pero quedándome con ganas de poder estirar un poquito más mi estancia. Pero bueno... ya habrá ocasión de repetir!


A mi vuelta, casi enlacé una última guardia en el Parque de Bomberos (ya han movido la UVI al hospital) con el puente de El Pilar. Me escapé con Tito y los amiguetes a Sanabria, a conocer La Puebla y los alrededores. Precioso...




Y todos estos movimientos se han visto algo dificultados por una molestia en la planta del pie izquierdo, que llevo un mes sin recuperar y por una contractura en el trapecio (también izquierdo), que me llevó a una primera visita al fisio, aún en pretemporada.

Ahora, tras una conjuntivitis que se ha ido como vino y los síntomas iniciales de un proceso catarral... he vuelto a la carga con los entrenos (Bueno... lo de carga, por decirlo de algún modo!)

He enlazado ocho sesiones con los síntomas manifiestos de una pérdida de forma total y absoluta, y con la desesperación de ver lo desagradecido que es el cuerpo, que puedes pasarte todo un año educando, para que luego se lance a por las "malas formas" en cuestión de unos pocos días de inactividad y banquetes gastronómicos. En fin... yo pondré de mi parte por enderezar esta situación.

A ver si supero todas mis miserias físicas y me meto al lío de lleno...
Bienvenida, pues, temporada 2009-2010!!



lunes, 21 de septiembre de 2009

Punto y aparte


Llegó el final de la temporada. Y la conclusión es que estoy satisfecha con mi evolución y contenta con mis resultados.

Este fin de semana se ha celebrado el Campeonato de España de Triatlón en Cangas (Pontevedra). Hemos ido a competir mi hermano y yo y hemos contado con el inestimable apoyo de mi prima y mi madre.






Hicimos el viaje el jueves, a mediodía (parando para comer) y llegando con tiempo suficiente para descargar todos los trastos y trotar 20 minutitos al ritmo más suave del año. Era la segunda sesión del día (tras algo de nado, también sin forzar, por la mañana antes del viaje).
Comprobamos lo que se venía temiendo acerca del tiempo; parte del viaje lo habíamos hecho con lluvia y, llegados allí, las nubes volvieron a cumplir su amenaza mientras corríamos.

Cenamos tranquilamente y empezamos a hacer planes para los dos siguientes días.


El viernes nos colocamos el maillot y la chaquetilla, pues llovía de nuevo, y fuimos a reconocer el circuito de bici. Acabé el entreno algo tocada de moral; aquello pintaba duro pero, sobre el terreno, lo era aún más. La subida del viaducto se hacía bien larguita y hacerla 4 veces era lo más parecido a uno de esos entrenamientos de series de cuestas pestosas.

Acabamos, nos pusimos a estirar y pasamos el resto del día aprovechando para conocer el bonito entorno en que se celebraba el campeonato. Comimos de maravilla en un restaurante de Cangas cercano al ayuntamiento y nos cogimos el coche para visitar Cabo Udra y los acantilados cercanos a la Costa da Vela (preciosos, desde los que se vislumbran las Cíes y Ons). Después, regreso al tranquilo alojamiento y cenita sana para recargar pilas de cara al sábado.





Sábado a las 11:00. Reunión técnica de esas de llenazo total (según algunos... debido a la lluvia). Nos explican que el circuito de bici cambia. Sorpresa!! Habrá que subir el cuestarrón no 4 sino 5 veces!! Hale! A apechugar!
Aparte de esto, pocas novedades; nado con neopreno, información sobre los horarios y noticia acerca de los boxes: parece ser que el recinto es pequeño y algún grupo masculino además de todas las chicas tendremos que salir desde un pasillo aislado paralelo al paseo marítimo. Lo malo, lo comprobaremos más tarde, ya en el control de material.

Otro punto negativo para la Organización llega en el momento del reparto de dorsales; En Ferrol, el año anterior, se dispuso de tiempo suficiente como para no tener que ir mangado a comer. Aquí no hubo una buena previsión. Se nos dijo en la reunión técnica que se darían en la Transición justo al finalizar la propia reunión. Salimos echando leches y, aún siendo de los primeros, tuvimos que echar mano de otra persona que estaba más adelantada en la fila porque muchos se estaban dedicando a recoger los de todos los de su equipo aprovechando su turno. Total, mosqueos de muchos porque se tienen que ir corriendo a comer para no ir con la panza llena a la línea de salida.

Y llega el momento definitivo; A las 15.30 aproximadamente ha salido Fredy. Sólo puedo llegar para ver su salida del agua (5º) y tomarle un par de fotos al pasar por el pasillo hacia la T1. Al finalizar me enteraré de que ha sido 12º de 25-29... Buen colofón para la "medio-temporada" que ha estado entrenando.

Me piro inmediatamente a mi puesto, coloco todo y me voy aproximando a la orilla para la cámara de llamadas.

No estoy nerviosa pero tampoco tengo "cuerpo pa' competir". Estoy insulsa... necesito chispa. Pero me animo al pensar que, tras muchas horas jarreando, el cielo gallego ha dado una tregua para que podamos competir en buenas condiciones.

Son las 16.30 aproximadamente y suena el bocinazo.

La primera sensación es extraña: hace frío pero hay algo que me resulta más notorio. Por primera vez tengo la impresión de que estoy "metida en el ajo". Me llueven patadas y manotazos por cualquier lado, pero yo intento hacerme mi hueco. Estoy ahí... he salido más fuerte (haciendo caso a los consejos recibidos unas horas antes por el entrenador), y apenas tengo la necesidad de orientarme. Voy bien.

La natación pasa rápido y salgo en un tiempo aceptable; he mejorado 2'30" con respecto al año pasado, he podido seguir pies mucho tiempo e, incluso, los he ido eligiendo. Y no se me ha hecho pesado el segmento, salvo por la sensación de que este año el neopreno me queda más estrecho y me tira la zona lumbar.

Salgo del agua y enfilo hacia el pasillo en busca de mi bici. El recorrido es largo y está algo sucio. Además, la temperatura del agua se empieza a notar con el contraste y llevo los dos pies como bloques. Apenas los siento.

Pero la transición sale rápida y ya montada en la flaca, me lanzo a por la primera de las cinco subidas. Creo que fue la que más dura se me hizo, pero también pude rebasar a varias chicas, lo que me dio moral para el resto del recorrido.

Hago la segunda y la tercera subida en solitario y trato de bajar lo más rápido posible. Voy bebiendo y, en la cuarta vuelta, me chupo un gel que me viene de maravilla.





Por detrás, al final de la tercera, ha llegado Ana (del Diablillos). Ya coincidí con ella en el Juan Carlos I y pude comprobar lo bien que va en bici, así que me planteo tratar de aguantar su ritmo y, en la cuarta vuelta, veo que soy capaz.
En el final de esta vuelta le comento que intentaré darle algún relevo en la última, ya que veo que puedo ir con ella. Así, en la última vuelta, tiro la primera y última parte de la subida, dejándole a ella la otra mitad.

Bajamos juntas para la T2, que también se me da bastante bien y echamos a correr. Lo malo es que había tierra suelta y piedras picudas, de esas que ponen de adorno en las jardineras. Algo se me quedó dentro del pie y me irá molestando durante los 10 km. Además, en el talón me he clavado una de esas piedrecitas blancas de jardinera y ha sido como clavarse una puta chincheta! Qué dolor!

En la bici había hecho bastante desgaste y tenía molestias en el cuádriceps izquierdo en los últimos minutos, así que decidí ir observándome en los primeros kilómetros a pie.
Ana lleva un ritmo muy agradable para mí y, aunque no voy forzada, tampoco quiero apretar, porque no sé si es lo mejor.
Me han ido "chivando" que estoy bien situada en la general y me conformo con lo que estoy haciendo.




Así, acabo detrás de la diablilla todo el recorrido y entro en meta satisfecha pero sin referencias concretas del resultado obtenido.

Las dos últimas vueltas empecé a notar síntomas de deshidratación; tenía la piel de gallina y me entraban escalofríos. También se me comenzaba a manifestar un abductor de un modo que no me gustaba en absoluto.

Pero llegó el final y, tras retirar mis cosas de boxes, abrigarme, hidratarme y ducharme, lo celebré con una buena cena (complementaria a la escasa invitación de la pulpada... sobretodo, teniendo en cuenta el desgaste realizado horas antes).

El domingo, tras recomponer el equipaje, dejamos el alojamiento y nos fuimos a visitar O Facho y Cabo Home. Comimos empanadas gallegas, entre otras ricas viandas, por allí mismo y emprendimos el regreso al hogar.
Entonces, a casi 500 km. de casa, me llama Quino, mi entrenador, quien me comenta que ha visto en la web de la Fetri que soy 4ª en mi Grupo de Edad.
Aún estoy asimilándolo.
El año pasado fui 14ª y acabé en el puesto 44 de la clasificación general de Grupos.
Este año quería mejorar bastante aquel resultado pero mi objetivo era el "top ten" en 30-34 y verme entre las 30 primeras en la general. Y resulta que me quedo a un pasito del podio y 21ª de todos los Grupos.

En fin, que estoy muy satisfecha. Me he dado cuenta de que el trabajo de todo el año (incluso con la interrupción de casi dos meses por la rotura fibrilar) ha dado sus frutos. Han merecido la pena todas las palizas y los esfuerzos realizados para y por el entrenamiento y ahora cojo con ganas el par de semanitas de descanso (y vacaciones) que me esperan por delante.


Con esto finaliza la temporada 2008-2009. De aquí a mediados de octubre... nuevos propósitos e ilusiones.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Siempre los mismos


Me parece que no soy la única a la que le molesta bastante que no se hable más que de los mismos de siempre cuando la gente, o los medios... tan de moda últimamente en este blog ;o) hablan de deporte.

No hace falta estar muy pendiente del asunto para darse cuenta de que, obviando el omnipresente fútbol, en las conversaciones del ciudadano de a pie, cuya cultura deportiva ha sido alimentada a base de "Marca" y sección "deportes" de los informativos, sólo se manejan los nombres de "cuatro gatos", a saber: Fernando Alonso, Pau Gasol, Rafa Nadal y Jorge Lorenzo.

Da rabia que nadie valore el mérito de todos los que quedan abandonados a la sombra, a solas con su esfuerzo, su voluntad y el único apoyo de los incondicionales de su deporte. Y es que esto, una vez más, no sucede en todas partes; En otros países, al menos en muchos de los que yo he visitado, además de potenciar económica y mediáticamente el deporte de base, no se arrinconan tanto los deportes "minoritarios", "sin interés público" o "secundarios", como los suelen tildar aquí, justificando de ese modo su condena al ostracismo.

Y no puedo más que hacer un pequeñito homenaje desde aquí a aquellos que están día tras día al pie del cañón y llegan al escalón superior en su carrera deportiva, sin el amparo de una cuenta corriente rebosante de euros (como la de CR9), sin salir en un solo anuncio publicitario, y sin necesidad de que les levanten el ego las imagenes y frases aduladoras de Manolo Lama y compañía.

Ya que nos enteramos de rebote de sus triunfos y conocemos de refilón sus rostros, aprovecho este post para colgar unas imágenes de unos cuantos "grandes" del deporte, que siéndolo tanto o MÁS AÚN que los arriba mencionados, apenas son reconocidos como tales. Sirva, así, como homenaje a su entrega diaria.





miércoles, 26 de agosto de 2009

En mi paredón

Aunque nunca he tenido vocación de genocida, he de admitir que hay ciertos sucesos, personajes, actitudes, inventos... que atentan contra mi estabilidad emocional y mi paciencia. Y es por ello, que me viene ahora a la cabeza una práctica lúdico-infantil que, por insana, ya cayó en desuso.

De niña pasaba cada caluroso agosto en el pueblo de mi madre, el cual se caracterizaba, como cualquier aldea alcarreña, por la ausencia de entretenimientos variados.
Entonces, los chavales pasábamos nuestro tiempo entre pachanguitas en la era, partidas de cartas, sesiones multitudinarias frente a alguno de los únicos televisores del pueblo (qué afortunado era el que poseía uno!) y otras opciones lúdicas creadas por el ingenio de algún inspirado, que por el uso, se convertían en juegos frecuentes y/o tradiciones.


Una de ellas era El Paredón. Sé que esto va a recordar a cierto monólogo de Gila, pero ahí va: El Paredón era una fuente de diversión sin par en nuestro pueblo. Consistía en situar a todos los valerosos participantes frente a la tapia de la escuela y, a la voz de "paredóooon", bombardearlos con un balón y toda la fuerza que fueses capaz de propinarle con tu "pierna güena". Si no conseguían escaquearse o driblar el esférico, eran pasto de la eliminación y, en muchas ocasiones, de la enfermería.





Y me acuerdo, en estos momentos, de esta tradición porque aquí pondría yo ahora a muchas de las aberraciones que, tildadas de tradición, me parecen dignas de someterse a tal justicia; Todas las formas de tauromaquia, desde los encierros populares, hasta las corridas o las salvajadas como el toro de fuego, de agua o de "la tía Pepa" son, a mi parecer, merecedoras de Paredón. Porque me parece repugnante que nos sigamos escudando en la excusa de las largas tradiciones para seguir sometiendo a los animales a estas torturas.




Tras ellas, iría colocando a quienes se lanzan agua, tomates, vino, o cualquier otro producto nutricional, alimenticio o como quiera denominarse. Montar batallas campales con estos elementos en los festejos de los pueblos tampoco me parece respetable, asi que... al paredón, paredón!
Con el hambre que pasan algunos a pocos kilómetros de este país, cómo es posible que sigamos manteniendo esas costumbres con el argumento simple de la improductiva diversión!!




Luego están los de los programas basura que minan la que yo considero que podría ser una de las mayores herramientas educativas de nuestra sociedad, la televisión. En ciertos horarios, podemos optar por seguir documentales y series pero, como alternativa poco nutritiva para nuestras sustancias grises, además nos ofrecen (en una cantidad inmensamente mayor) numerosos programas de tele-mierda en los que los famosillos de medio pelo se dedican a despellejarse los unos a los otros, sin tener en cuenta las limitaciones que debería imponer el hecho de la emisión en el llamado "horario infantil". O los ahora tan de moda, call-tv, cuyos presentadores presumen gilipollas a sus telespectadores haciéndoles encontrar 7 diferencias o nosecuántos nombres de mujer que empiecen por "A". Estos, evidentemente, pasen por el Paredón.











Y más de cerca, aunque tal vez en otro escalón, están los que nos tocan el "temita" a los que tenemos la, a su juicio, estúpida costumbre, de movernos sobre dos ruedas: Todos los que tocan el claxón de tal modo que casi te tiran de la bici, todos los que invaden los carriles-bici con carritos de la compra, de bebés o con la correa extensible del chucho (sin acritud hacia los perretes, que están exentos de la irresponsabilidad que caracteriza a sus dueños), todos los que opinan que el asfalto es sólo para los motorizados y van haciendo pirulas a propósito a los que llevamos maillot... esos intransigentes del pedal... desfilen, desfilen hacia el Paredón!





Mi Paredón, es una adaptación de áquel juego que dejamos de lado como tradición por peligrosa e inconsciente. Igual que eliminamos esa práctica (haciendo buen uso de la lógica) podríamos suprimir estas otras que he mencionado, no??
Pero, hasta entonces, mi Paredón es un útil de justicia puesto al servicio de todos los que queráis hacer (buen) uso de él. Por lo cual, se aceptan sugerencias. Os confieso que, una vez llevada a cabo esta labor de justiciera, me siento mucho mejor. Qué relajo, qué desahogo!!!

viernes, 21 de agosto de 2009

Días de sirenas, sudor y piedra

Así transcurre mi existencia desde que no me animo a escribir . No hay más misterio que ese; Ni me han abducido los extraterrestres, ni me ha tocado la multimillonaria lotto italiana, ni me ha dado por hacerme hippie y pirarme a Jamaica a disfrutar de los triunfos de Bolt fumando porros y bailando reagge.

Simplemente... todo sigue igual.

Ahora, en verano, curro más días (no llegan a ser el doble de guardias que en los meses de invierno... pero casi). Así que, dependiendo del lumbreras que se halle en Coordinación (el centro donde se reciben las llamadas y gestionan los recursos de emergencia), las jornadas son más o, por el contrario, menos tranquilitas.

Es cierto que en verano se nota el bajón de avisos. Mucha gente (incluídos enfermos crónicos) se marcha de vacaciones, con lo cual, se utiliza menos el Sistema de Emergencias. Aún así, siempre hay gente que se queda por aquí y tolera muy mal el calor. Suben los síncopes, las disneas, etc., por lo que, si el responsable de la Coordinación no está fino matizando, te hinchas a hacer asistencias de pacientes cuyos casos, la verdad, poca gravedad revisten.




Esos son mis días de sirena aunque, teniendo en cuenta el estado deficitario en que se encuentra nuestra UVI móvil (sin aire acondicionado, entre otros muchos defectos y carencias), también suelen ser días de sudoración muy profusa.


Y días también de diaforesis, son todos aquellos en los que, soportando las terribles temperaturas que vienen acechando desde hace varias semanas, nos ponemos el "mono" de trabajo (léase: maillot, mallas o bañador) y nos cascamos el entreno que toque y a la intensidad que venga dictada.



Últimamente, me vuelvo a encontrar algo estancada. La verdad es que el afán por tratar de mejorar y superarte siempre es infinito y, aunque trates de convencerte de que cada día no puedes estar al 100%, cuando llega una época de varios entrenos seguiditos en que no notas progresos... la lavadora se pone en modo "on" y no puedes evitar comerte un poco el tarro. En fin, esperaremos mejores momentos.


Porque esto, al final, es una cuestión de equilibrio. A veces estás nadando mejor pero en la bici no vas o corriendo te falta chispa. En otras ocasiones, sucede lo contrario. Y lo guay será cuando llegue el día en que te encuentres tri-bien. ¿Algún consejo para alcanzar ese escalón?



En cuanto a las competis, este año, de nuevo, no me estoy complicando mucho la vida. Suele querer la casualidad que cuando me apetece ir a alguna prueba, o curro o salgo de guardia. Así que, me he inscrito en las que he podido, que no han sido más que el Cto. de Madrid, en el Juan Carlos I y el Triatlón de Teruel.

En ambos tuve experiencias bastante positivas, con lo que me quedo contenta.

En Madrid acabé en el puesto 15, en una prueba con triatletas de categoría Élite. No tengo referencias de los parciales, salvo el de carrera (en el que no estuve del todo bien, pero que se puede calificar de "aceptable"). Sin embargo, la impresión es que la natación no fue mal y que el ciclismo salió muy decente, aprovechando la posibilidad de cubrir el segmento junto con otra chica del Diablillos, con la que pude recortar varios puestos.





En Teruel, ciudad que no conocía y me dejó muy buena huella, la prueba se desarrolló bajo una temperatura ideal (de poco más de 20 ºC), aunque con viento potentillo de cara casi todo el segmento de bici.
El nado no salió demasiado bien (puesto 27 de 51), pero voy mejorando con respecto al año anterior. La bici la hice junto con Mónica, del Stadium, machacándonos a base de relevos para tratar de recuperar algo (puesto 21 / 51) y la carrera salió más cómoda de lo que pensaba, sufriendo lo justo (puesto 20 / 51). Al final, 20ª clasificada, buen resultado para una Prueba Nacional. No esperaba más que lo que conseguí.



Y mis días de piedra son los que paso al pie del cañón viendo cómo mi casita va alcanzando formas definidas (y bien bonitas). Ya tenemos toda la estructura terminada y chapada. En cuanto entremos en Septiembre, empezamos a meternos dentro a tabicar y montar instalaciones.

Todo está saliendo muy bien hasta el momento, así que estoy feliz por ello.




Y así viene transcurriendo mi verano. Ya pronto nos colamos en el noveno mes del año, que es mi mes de vacaciones (que disfrutaré junto con mi chiquillo).

Ya me escapé algo más de una semana a finales de Junio, con mis padres y hermano, a hacer rutas imposibles por los Alpes (Italia, Suiza y algo de Francia) con muchos metros de desnivel y muchas horas de pateo. Pero qué maravilla la recompensa de después, al poder vislumbrar paisajes increibles en la absoluta soledad, apartados de las rutas convencionales o de las cotas donde todos pueden llegar gracias a los trenes-cremallera o al cable.

Al principio, de regreso aquí me costó un montón adaptarme de nuevo al calor. Lo notaba incluso estando en casa sin hacer nada pero, sobretodo, entrenando... Qué fatiga se pasa cuando vuelves del clima primaveral suizo a dar zancadas sobre la madrileña tierra luciférica!!

Ahora la cosa será distinta. Los primeros días los pasaré por aquí relajadita, haciendo gestiones de la casa y entrenando lo que pueda para tratar de acabar del mejor modo posible el Cto. España.

Después, toca playa; si el tiempo no cambia demasiado para entonces. Y si no... tocará lo que sea, pero, sobretodo, un buen cambio de aires y una dosis de relax en otro ambiente distinto al habitual.

lunes, 1 de junio de 2009

Seguimos en pie

Una larga siesta que no sea interrumpida por la alarma que marca su fin.
Una enorme jarra de cerveza con limón deslizándose por la seca garganta.
La mano amiga que empuja tu espalda cuando las patas se vuelven tan inefectivas que crees estar pedaleando sobre el rodillo.
Una sombra para el descanso de las series de carrera al mediodía.
El agua fresca de la ducha cayendo sobre un cuerpo sudoroso, que provoca tanto vapor como una olla express.
La barrita que engulles casi atragantándote cuando ya no tienes fuerzas ni para abrirla.
Las burbujas del spa, otorgadoras de mayor ingravidez al agua que te envuelve después de un duro entrenamiento.
Un premio en forma de brownie con tres bolas de helado y siropes y nata montada y...
El suelo que absorbe el calor de tu culo sudoroso cuando, agotado tras cruzar una linea de meta, te desplomas donde sea.
Los ánimos de los demás... que tanto ayudan a dar el siguiente paso.


Hay veces en que todo esto adquiere un mayor valor.
Llegamos al momento en que el calor se echa de golpe y, si la casualidad quiere que tengas menos posibilidad para descansar (como es mi caso, últimamente), todo junto da lugar a una mayor sensación de flojera y cansancio.


Pero es tan bueno contar con esos pequeños (o grandes) detalles que contribuyen a que podamos ir tolerando estas sensaciones!


Mis novedades son pocas, pero allá van:

* En las dos últimas semanas he tenido una pierna (la de siempre, efectivamente) algo tocada, con lo cual, me he visto obligada a bajar un poco el nivel de exigencia en algunos entrenos y a modificar (con la siempre inestimable ayuda del "jefe") ciertas sesiones.

He pasado tres veces por el fisio; la primera para soltar... la segunda, para reforzar la anterior (en vista de que no había sido productiva) y la tercera, para constatar que mi problema es biomecánico y poco se puede hacer por eliminarlo, salvo tratar que vuelva a reproducirse previniéndolo mediante sesiones de fisioterapia y osteopatía.



* Me dejé caer por el Triatlón Sprint de Almería, Clasificatorio para el Campeonato de España, donde llegué con pocas expectativas, dado que estaba en el momento más agudo de la reagudización de mi eterno problema en la pantorrilla.


Sin embargo, tras batirme en duelo con las enormes olacas de la playa del Palmeral y salvar el sector de ciclismo con unos resultados decentes, conseguí acabar corriendo (a un ritmo cercano a los 4:40), lo que fue suficiente premio para mí, dado que pensaba que no sería capaz de aguantar las molestias.

Pero pudo ser y, como chicas siempre somos pocas, con acabar me clasificaba y ya puedo ir a Cangas de Morrazo en Septiembre.
Acabé 5ª en mi Grupo de Edad (aunque sólo éramos 10) y 11ª en la general de Grupos (de algo más de 30 participantes). Estoy contenta con el resultado, a pesar de todo.


* Por otra parte, aunque estaba inscrita en CdC y me hubiese encantado acudir, finalmente me di de baja para que alguien pudiera aprovechar mi vacante. Ir medio tocada, tan sólo una semana después de Almería y en distancia Olímpica me iba a obligar a sufrir demasiado (en caso de poder terminar sin lesión) y, teniendo en cuenta que ya obtuve la plaza para el Cto. España, no merecía la pena forzar la situación.

Sin embargo, sí que acudí a verlo y disfruté un montón durante todo el día apoyando a los compis del club y a los amiguetes de mi hermano. Hubo resultados buenos, malos y excelentes... pero lo importante es el esfuerzo de todos y el buen día de triatlón que pasamos.



* Ayer, no obstante, me perdí la Copa. Tenía guardia. Mis padres, que sí que se pasaron, no dejaban de contarme esta mañana lo espectaculares que son estos triatletas.
Esperemos que la cita se siga repitiendo en años sucesivos!


* La guardia de ayer fue horrorosa. Yo que pensaba que me tocaría uno de esos "domingos tranquilos"... YA!
Empezamos desde bien prontito con avisos y nos pasamos casi todo el día liados; tuvimos de todo, para amenizar la jornada: Ictus, IAM, traumas...

Lo más reseñable... el baño de sangre literal que me pegué en un accidente de tráfico, al rescatar del interior del coche (en vuelco sobre su techo) a una anciana que estaba en tratamiento con anticoagulantes y sangraba más que los corderos del "día del Sacrificio" musulmán.
Metida en el coche, tratando de liberar junto con los bomberos los miembros que tenía parcialmente atrapados, pasé un rato digno de la peli más estrambótica de Tarantino.


No me quedé especialmente satisfecha con el trabajo (siempre, con tu equipo habitual, las cosas funcionan mejor). Pero no fue mal del todo y la señora sólo salío con un scalp severo y alguna lesión menor.



* Y hoy, a pesar de la escasa hora de sueño que me ha servido de único descanso, me he pirado a la pisci con Fredy, antes de que pudiese hacer pereza, para cumplir con los 3200 m. de agua que me tocan mañana (y no puedo hacer porque también estoy en el Parque).
Series cortas a toda leche y algo de técnica y remadas, para dejar el cuerpo bien planchadito.
Al menos, este año he notado una mejora muy reconfortante en la piscina y cada vez me encuentro más cómoda y siento que cojo más agua.

Y poco más. Que me meto de lleno en otra semana de carga y hay que empezar a pensar en nuevos objetivos para ir rellenando de más motivación los entrenos.
¿Qué será lo siguiente?... Aún no lo he decidido.

sábado, 16 de mayo de 2009

Más que un club

Tomo prestado el lema de la afición del Barça (previa felicitación al equipo y sus hinchas por los logros de esta temporada), para hacer mención de mi gente, los Enphormaniacos.

La familia Enphorma se presentó en sociedad y en "traje de luces" el pasado día 7 de Mayo en el Velódromo de Alcobendas.
Allí, el buen trabajo de Paco (Lucanux) sirvió para reflejar la ilusión, ganas y... por qué no?, "madera" que hay en este maravilloso equipo. No estuvimos todos ni mucho menos; sólo una pequeña representación de socios dispuestos a pasar un buen rato y a disfrutar del buen hacer de Lucanux.




Fue una jornada muy entretenida. Algo totalmente nuevo para mí, que nunca había participado en una sesión de fotos hechas con tan buen gusto como estas que nos han realizado.


El resultado que nos ha presentado Paco hasta ahora es inmejorable. Mis primeras impresiones fueron que no soy en absoluto merecedora de un regalazo tan bonito como este. Porque, a este nivel paquetil en que me muevo, este tipo de cosas se me hacen grandes y me da la impresión de que sólo están reservadas para los mejores.

Pero bueno, es bonito comprobar que, aún en la parcela de los populares, todos podemos tener para el presente y el futuro un recuerdo estupendo de nuestra afición (y, en ocasiones, fiebre) por este deporte y su ambiente.


Por lo demás, la sana rutina de entrenamientos, trabajo y otros quehaceres sigue su curso positivo sin tropiezos relevantes.

La semana pasada continué con los volúmenes habituales de bici, carrera y agua. Y esta, que era de descarga, hube de comenzarla invirtiendo las dos partes del microciclo para compensar la guardia de la segunda parte de la semana. Con lo cual, tras unos primeros días (hasta el jueves) de más carga e intensidad, ayer tuve un día relajado de descanso total y estiramientos (a lo que contribuyó una inusual guardia tranquila durante el día).

Hoy he hecho una sesión de autocargas que tenía pendiente y un poquito de agua para soltar, aunque con buenos ritmos en las "series" de 200 y 100.
Mañana volveré a ponerme en remojo para finalizar esta semana y comenzar con otro microciclo de carga (que será el último, antes del clasificatorio de la Casa de Campo).


Y la sorpresa final, que me tiene muy contenta, es que mi katxalotin (Fredy) se ha hecho socio del club y vuelvo a hacer más entrenos junto con él.
Ahora está algo desesperado; tanto tiempo sin entrenar con regularidad, con mucho estrés debido a sus asuntillos y sin superar las lesiones que le han atacado últimamente, le llevan al pesimismo menos recomendable. Yo le animo constantemente porque sé que tiene mucha calidad que sacar en cuanto las cosas empiecen a tomar un curso distinto.
Una vez que supere esas lesiones y, con paciencia, vaya alcanzando progresivamente un buen estado de forma, no va a haber quién le eche el lazo.


Tiempo al tiempo... pero este hermano mío vale su peso en oro.

jueves, 7 de mayo de 2009

Granito a granito...

... hasta levantar una montaña.

Día a día voy apreciando con satisfacción los efectos del trabajo bien hecho y bien dosificado.
Mis objetivos de cara a esta temporada no son ambiciosos (aún es demasiado pronto para eso), pero tengo la sensación de estar siguiendo el camino correcto para alcanzarlos.





En la piscina sigo experimentando pequeños progresos. Y eso que son pocas las sesiones que dedico a la natación (tan sólo dos a la semana) y poco, también, el volumen.
Pero bueno, el año que viene todo irá en aumento y eso, de por sí, genera un mayor margen de mejora.
La semana pasada, por ejemplo, tras una salida corta de 60 km. de bici apretando un poquito, hice un buen test de 750 m. y después me salieron ritmos de 1'33" - 1'35" en el 6x100 que tenía, entre otras cosas. Sé que no es mucho pero hace un año las estaba haciendo por encima de 1'50".


Con los pedales, la cosa tampoco va mal; desde que he cambiado la piñata voy muchísimo más cómoda y le doy bastante más uso al 53 (Me lo pide el cuerpo, porque con el 39 parece que me falta "power").
El jueves pasado hicimos una ruta muy chula de 90 km. con viento y fuerte lluvia incluidos. Salimos de casa con el día nublado. La cosa se torció cuando Salvita pinchó antes de encarar la primera subida durilla. Y justo después de coronar... comienza a llover.
La lluvia fue aumentando durante todo el descenso y al acabar, llegó un momento en que el agua me chorreaba por todas partes. En ese momento, llegó el segundo pinchazo de Salvita, así que, mientras reparó nos quedamos pelados de frío; justo en el instante en que nos tocaba volver a subir. En fin, las patas como piedras. Pero la cosa fue mejorando y al final nos quedó un entreno muy bueno.




Y corriendo es como peor me veo actualmente. Teniendo en cuenta que antes de comenzar con este deporte me pasé unos meses en que sólo corría y preparaba las carreras exclusivamente con más volumen de series y fuerza específica, ahora me noto sin ese "puntito" que tenía entonces. Pero también he de ver lo positiva que ha sido la recuperación de la lesión. Y es que hace poco más de un mes no daba unas pocas zancadas sin llevar la lengua fuera y ahora ya estoy haciendo las tiradas largas a buen ritmito y las series, medio decentemente: hoy, algún 500 ha caído por debajo de 2'00".


Así que, voy buscando el tonillo para el día 30 en la Casa de Campo. No conozco el circuito; nunca he montado en bici por allí, pero intentaré disfrutar todo lo que pueda (a pesar del evidente sufrimiento que siempre nos espera al encarar una prueba de estas características).


miércoles, 29 de abril de 2009

Se acercan los objetivos

Empezamos a acercarnos a los primeros objetivos principales de la temporada. Mayo está a "tiro de piedra" y con él llegan los clasificatorios para el Cto. España de Triatlón y las primeras Pruebas Nacionales.
El calorcito está a la vuelta de la esquina y toca empezar a remojarse.


Así, esta semana comienzan los ajustes. La semana anterior fue de descarga (cosa que agradecí bastante porque ayuda a asimilar la carga de días anteriores y a poder tomarse con más relajo el resto de las cosas que haya por hacer). Y como ahora trámites pendientes no me faltan... estos días pasados me han venido muy bien para poner en orden muchos asuntillos.





La casita está dando un "estirón". Ya se ha reiniciado la obra y hemos finiquitado los drenajes y la solera del sótano. Esta obra ya sí que empieza a parecer una vivienda y resulta mucho más sencillo imaginarse un poco los espacios futuros.
Durante estos próximos días empiezan a meter ladrillo y a "tirar para arriba" muros. Qué buena pinta!!!





Por otra parte, solucioné el tema de los desarrollos de la bici metiendo un nuevo casete. Mañana saldré a estrenarlo cogiendo algunos repechos duros, a ver si todo va correctamente.
En cuanto a los entrenos durante la descarga, no hay cosas reseñables. Algo de trabajo de fuerza específica, poco volumen, buenas sensaciones en la única sesión con series fuertes de agua que hice y una impresión general bastante positiva.


Esta semana ha comenzado más enrevesadilla. El lunes (guardia) no paré en todo el día de currar. Apenas nos dio tiempo a comer (en 3 veces!!) y a cenar de casualidad. Creo que lo máximo que estuve en el parque de seguido debieron ser unos 30 minutos. Hasta la una de la madrugada no dejamos de atender pacientes aunque, por suerte, la noche fue tranquila.





Así que ahora tengo que retocar la planificación de los entrenos. El martes hice lo que me tocaba el lunes; hoy he hecho lo de hoy pero, el resto de la semana, tengo que poner las cosas "patasarriba" para cuadrar todo (dado que el domingo también estoy en el parque).
El rollo es intentar calzar todas las sesiones para no dejar nada en el tintero. Y es que las competis se aproximan y hay ganas de hacerlo lo mejor posible.
Aún no me he decidido por la primera; tenía intención de bajar a Almería y hacer ese tri. Aprovecharía para ir con Tito y pasar algún día más de vacaciones, porque no conocemos la zona. Pero igual no es la mejor época para eso, dado cómo estamos con la casa.




La otra idea era hacer el de Madrid del día 30... aunque también me apetece hacer el Villa la semana siguiente y me resulta un poco aburrido repetir con tan poquitos días de intervalo.
En fin, esas son las opciones. Ya veré si hago Almería y el Villa, Madrid y el Villa o... me lío la manta a la cabeza y me meto en tres semanitas seguidas de compe.



La pena es lo del próximo finde; el club organiza unas Jornadas Técnicas muy interesantes pero tengo que trabajar y no he podido cambiar la guardia. Me lo voy a perder... Así que espero que tengan mucho éxito y se repitan en otra ocasión.




Por lo tanto, ahora toca definir (la mente, digo... porque yo con la dieta no me he cortado nunca y, de momento, no tengo intención); Que eso de estar penando por dejar de comer un trocito de chocolate, un rico helado o un trozo de tarta conmigo no va. Sacrificios sí... pero los justos, que la vida es bella para poder disfrutar de muchas buenas cosas.


miércoles, 22 de abril de 2009

Sólo vivir


Me decanto por "Sólo vivir", como título para este post, con permiso de Skalariak (ya que ese es el nombre de uno de sus temas) porque hoy siento que la vida es tan importante que merece la pena sólo por eso, por vivir. Al menos, aquí y ahora.
Efectivamente, cada día que salgo de guardia, doy mucha más importancia a los pequeños detalles que la existencia nos ofrece.
Se me pasan por la cabeza muchas cosas: la de veces que nos quejamos por tonterías, lo grandes que hacemos con nuestros lamentos los pequeños dolores pasajeros que a todos nos afectan alguna que otra vez, lo rápido y superficialmente que, en ocasiones, escuchamos a quienes forman la parte más importante de nuestro día a día, los miles de ineficaces e improductivos comentarios que todos hacemos sobre lo mal que van las cosas en esta casa, en este pueblo, en esta región, en este país... para no tomar nunca decisiones encaminadas a buscar una solución (y, sobretodo, olvidándonos de los pueblos, regiones y países donde REALMENTE las cosas están mal).
Son tantas y tantas cosas buenas las que nos rodean a la mayoría de nosotros que debiéramos recrearnos en ellas y gozarlas... exprimiéndolas... hasta olvidar el resto de sucesos, pensamientos y circunstancias que nos contrarían o nos son adversas.

Y es que, si sólo vivimos (siempre, eso sí, buscando el polo positivo de la vida), nos irá mejor. Probablemente seremos más felices que tratando de cubrir demasiadas expectativas. Alguien dijo que "el ignorante es mucho más feliz que el sabio". No sé si acabo de estar de acuerdo por completo con esta afirmación. Supongo que dependerá de si el sabio lo es por intelectualidad o por emotividad. Alguien que vive buscando lo afirmativo, lo positivo, no me extraña que sea más feliz que quien hace lo contrario.
De todos modos, no creo que se trate de ignorar la adversidad. Yo creo que me será más sencillo superarla si no centro mi atención en ella y trato de salvar ese eslabón lo más rápido posible. Hoy lo creo así pero no siempre "me lo creo" con tanta facilidad. Así que, intento tomar conciencia de este punto cuando empiezo a perder el norte. Me parece una actitud muy funcional: es como buscar siempre el equilibrio, la armonía...

A veces, para mantener ese clima, es bueno ponerse en la piel de quienes sí pasan por momentos muy difíciles. Empatía... así se llama.
Empatizar es complejo y a mí, personalmente, en ocasiones me resulta incluso "cruel". Y digo cruel porque, cuando intentas comprender las situaciones por las que atraviesan algunos, no puedes evitar que cruce por tu mente un sentimiento de alivio; Algo así como: "Menos mal que no soy yo quien tiene que vivir esto".

Pero, evidentemente, de todo se aprende. Y la empatía es una buena herramienta para llevar potenciales circunstancias similares a las que te han narrado con mayor estoicismo que si no pudieses pre-pararte para solucionarlas. O para sobrevivirlas...

Con lo cual, hoy me centro en quienes verdaderamente tienen motivos para flaquear, para buscar el desahogo en los demás, lamentarse o llorar a lágrima viva:















Ahora piensa un momento: ¿TU VIDA TE SONRÍE? Estoy convencida de que la mía, hoy por hoy, y a pesar de las contrariedades... SÍ! (Y que dure!)