lunes, 1 de junio de 2009

Seguimos en pie

Una larga siesta que no sea interrumpida por la alarma que marca su fin.
Una enorme jarra de cerveza con limón deslizándose por la seca garganta.
La mano amiga que empuja tu espalda cuando las patas se vuelven tan inefectivas que crees estar pedaleando sobre el rodillo.
Una sombra para el descanso de las series de carrera al mediodía.
El agua fresca de la ducha cayendo sobre un cuerpo sudoroso, que provoca tanto vapor como una olla express.
La barrita que engulles casi atragantándote cuando ya no tienes fuerzas ni para abrirla.
Las burbujas del spa, otorgadoras de mayor ingravidez al agua que te envuelve después de un duro entrenamiento.
Un premio en forma de brownie con tres bolas de helado y siropes y nata montada y...
El suelo que absorbe el calor de tu culo sudoroso cuando, agotado tras cruzar una linea de meta, te desplomas donde sea.
Los ánimos de los demás... que tanto ayudan a dar el siguiente paso.


Hay veces en que todo esto adquiere un mayor valor.
Llegamos al momento en que el calor se echa de golpe y, si la casualidad quiere que tengas menos posibilidad para descansar (como es mi caso, últimamente), todo junto da lugar a una mayor sensación de flojera y cansancio.


Pero es tan bueno contar con esos pequeños (o grandes) detalles que contribuyen a que podamos ir tolerando estas sensaciones!


Mis novedades son pocas, pero allá van:

* En las dos últimas semanas he tenido una pierna (la de siempre, efectivamente) algo tocada, con lo cual, me he visto obligada a bajar un poco el nivel de exigencia en algunos entrenos y a modificar (con la siempre inestimable ayuda del "jefe") ciertas sesiones.

He pasado tres veces por el fisio; la primera para soltar... la segunda, para reforzar la anterior (en vista de que no había sido productiva) y la tercera, para constatar que mi problema es biomecánico y poco se puede hacer por eliminarlo, salvo tratar que vuelva a reproducirse previniéndolo mediante sesiones de fisioterapia y osteopatía.



* Me dejé caer por el Triatlón Sprint de Almería, Clasificatorio para el Campeonato de España, donde llegué con pocas expectativas, dado que estaba en el momento más agudo de la reagudización de mi eterno problema en la pantorrilla.


Sin embargo, tras batirme en duelo con las enormes olacas de la playa del Palmeral y salvar el sector de ciclismo con unos resultados decentes, conseguí acabar corriendo (a un ritmo cercano a los 4:40), lo que fue suficiente premio para mí, dado que pensaba que no sería capaz de aguantar las molestias.

Pero pudo ser y, como chicas siempre somos pocas, con acabar me clasificaba y ya puedo ir a Cangas de Morrazo en Septiembre.
Acabé 5ª en mi Grupo de Edad (aunque sólo éramos 10) y 11ª en la general de Grupos (de algo más de 30 participantes). Estoy contenta con el resultado, a pesar de todo.


* Por otra parte, aunque estaba inscrita en CdC y me hubiese encantado acudir, finalmente me di de baja para que alguien pudiera aprovechar mi vacante. Ir medio tocada, tan sólo una semana después de Almería y en distancia Olímpica me iba a obligar a sufrir demasiado (en caso de poder terminar sin lesión) y, teniendo en cuenta que ya obtuve la plaza para el Cto. España, no merecía la pena forzar la situación.

Sin embargo, sí que acudí a verlo y disfruté un montón durante todo el día apoyando a los compis del club y a los amiguetes de mi hermano. Hubo resultados buenos, malos y excelentes... pero lo importante es el esfuerzo de todos y el buen día de triatlón que pasamos.



* Ayer, no obstante, me perdí la Copa. Tenía guardia. Mis padres, que sí que se pasaron, no dejaban de contarme esta mañana lo espectaculares que son estos triatletas.
Esperemos que la cita se siga repitiendo en años sucesivos!


* La guardia de ayer fue horrorosa. Yo que pensaba que me tocaría uno de esos "domingos tranquilos"... YA!
Empezamos desde bien prontito con avisos y nos pasamos casi todo el día liados; tuvimos de todo, para amenizar la jornada: Ictus, IAM, traumas...

Lo más reseñable... el baño de sangre literal que me pegué en un accidente de tráfico, al rescatar del interior del coche (en vuelco sobre su techo) a una anciana que estaba en tratamiento con anticoagulantes y sangraba más que los corderos del "día del Sacrificio" musulmán.
Metida en el coche, tratando de liberar junto con los bomberos los miembros que tenía parcialmente atrapados, pasé un rato digno de la peli más estrambótica de Tarantino.


No me quedé especialmente satisfecha con el trabajo (siempre, con tu equipo habitual, las cosas funcionan mejor). Pero no fue mal del todo y la señora sólo salío con un scalp severo y alguna lesión menor.



* Y hoy, a pesar de la escasa hora de sueño que me ha servido de único descanso, me he pirado a la pisci con Fredy, antes de que pudiese hacer pereza, para cumplir con los 3200 m. de agua que me tocan mañana (y no puedo hacer porque también estoy en el Parque).
Series cortas a toda leche y algo de técnica y remadas, para dejar el cuerpo bien planchadito.
Al menos, este año he notado una mejora muy reconfortante en la piscina y cada vez me encuentro más cómoda y siento que cojo más agua.

Y poco más. Que me meto de lleno en otra semana de carga y hay que empezar a pensar en nuevos objetivos para ir rellenando de más motivación los entrenos.
¿Qué será lo siguiente?... Aún no lo he decidido.