jueves, 27 de noviembre de 2008

Luchadores

Hoy, siguiendo el enlace de uno de los blogs que leo habitualmente, me he encontrado con el video que Triatlonchannel ha dedicado a Santos Caballero.

Llevo poco en este deporte y no conocía a este maravilloso luchador. Me he quedado de una pieza; a punto de derramar unas cuantas lágrimas. Y es que, los casos de estos deportistas tan especiales, me fascinan enormemente. Me despiertan una gran admiración. Y me hacen verme como una "piltrafilla" total :o)

Qué ejemplo de motivación, capacidad de sacrificio y amor al deporte! Qué grandeza tan inigualable!

Ya experimenté algo similar al conocer la historia de los Hoyt. Todos ellos son dignos de "poner en un pedestal". Aunque, seguramente, el apoyo de las instituciones, de los organizadores de eventos deportivos y de las empresas para las que trabajan resultaría mucho más práctico y mucho más necesario.





Cuando, cada día, algunos tenemos que hacer un "esfuerzo" para entrenar sacudiéndonos las perezas por el frío, el calor o la simple desgana, estos deportistas, además, tienen que enfrentarse a algo más duro de vencer (sus discapacidades). No todos los individuos en situaciones iguales o parecidas podríamos "tirar p'alante".
Merecen el mayor de mis respetos, toda mi admiración y el apoyo de todos, para hacerles un poquito más llano el camino a recorrer hasta sus sueños y objetivos.

Mucha fuerza para todos!!



miércoles, 26 de noviembre de 2008

Malas artes...

Érase una vez... érase esta precisa mañana, una joven empapada recién salida de la piscina y camino del vestuario.
La joven, que lleva el característico estigma postnatatorio dejado por unas gafas Speedo entorno a sus ojos, hace equilibrios y malabarismos imposibles con el fin de llegar al vestuario:

1) Sin que se caiga todo el material que lleva sobre una mano a modo de torre (palas, aletas y demás instrumentos de tortura).
2) Evitando que la toalla con la que se tiene que secar después de la ritual ducha se moje antes de la cuenta.
3) Sin escurrir y pegarse la típica ostia que alegraría el día al resto de los usuarios-bañistas.




Así que, después de una nueva ración de equilibrios para abrir/cerrar la taquilla, y guardar/sacar todo lo necesario, asoma por la zona húmeda donde descubre... oh! maldición, que las abuelas octogenarias han finalizado su sesión de aquagym y han tenido la habilidad (tan impropia de su edad) de adelantarse en las duchas, esparciendo todos sus enseres por prácticamente todas las perchitas situadas frente a éstas.
Así que, servidora tiene que despojarse del bañador y dejarlo en una de las pocas perchas que quedan "atomarporsaco" de la ducha que le queda a mano.

Y, después de cumplir con la tarea higiénica pertinente, regresa al vestuario, toma todos los trastos de nuevo y comienza con una nueva rutina: la de secarse por partes pero bien, vestirse, guardar la ropa más sucia en una bolsa y la que pueda usarse para otro entreno en otra bolsa, recoger los botes de champú y gel, la esponja, la toalla, el bañador... un momento!... EL BAÑADOOOR.

"El bañador me lo he dejado en la percha esa que estaba "en el quinto pino" de mi ducha. Hale, corriendo a por él."


Y... efectivamente, mi sospechas se han visto confirmadas en el momento en que, al echar un vistazo a la zona de las duchas, descubro (para mi sorpresa, agravio y decepción) que ME LO HAN ROBADO casi delante de mis napias.
Hay que ser cutre! No he tardado ni cinco minutines en darme cuenta de que me lo había dejado y, cuando he asomado por allí... Ya lo has visto!!!



En fin, adiós a mi Speedo Endurance de dos añitos de antigüedad. Snif, snif... con lo bien que lo cuidaba yo y lo bien que me respondía él. Éramos como hermanos; era mi segunda piel en el agua... perfectamente acoplado, ni un movimiento, nada traicionero (nunca me dejó con el culo al aire)... y ahora, ya no está a mi lado!




Así que, si algún día veo a alguna "roñosa" enfundada en un Speedo Endurance negro con sus dos rallitas verde y amarilla... tendremos que tener una conversación al respecto de tal prenda.

Cómo se las gastan algunas...

lunes, 24 de noviembre de 2008

Grandes lacras

Aunque se podría sospechar por el título de este post que me dispongo a quejarme del frío temporal (e incómodo viento) que no permite asomar la bici a la puerta de casa, hoy prefiero hacer unos breves comentarios acerca de algo que me ha estado martilleando la cabeza últimamente.

Y es que, analizando los tiempos que corren, en que no se habla de otra cosa que no sea la CRISIS, mi conclusión es que tenemos (si no lo que nos merecemos) lo que nos hemos buscado.
Porque hemos creado unas sociedades basadas en la explotación del hombre por el hombre donde los beneficiados son siempre los mismos, eso sí, a costa de los mismos perjudicados de siempre.


Los banqueros y grandes empresarios mueven los hilos en este planeta; el dinero va y viene en oleadas, siguiendo las directrices de los que provocan las mareas a su antojo. Y los demás, los "tristes desgraciadillos del día a día", bailamos al son que mejor les suene en cada instante.




Ahora toca crisis: está decidido. Y nada podemos hacer por invertir la situación. Sólo, dejarnos bombardear mediáticamente de manera constante por los mismos mass media que son propiedad de quienes, en este momento, prefieren mantenernos acojonados.

Pero... eso sí: la Navidad está cerca... NO LO OLVIDES! Que, desde ya, por mucha crisis que haya, tienes que ponerte a consumir como un loco para subvencionar los caros caprichos de quienes nos programan mentalmente para tenernos bien controladitos.
Así que, yo sigo en mis trece; nunca fui consumista. Nunca tuve necesidad de comprar nada que no sea una auténtica necesidad y, aún de este modo, tengo la sensación de que poseo demasiadas cosas (muchas más de las que objetivamente preciso).
Por eso, me da igual que se hable de crisis: no puedo evitar que me afecte parcialmente (en ciertas parcelas de mi vida) por mucho que trate de mantenerme al margen del monstruo capitalista. Éste tiene muchos brazos que son, además, demasiado largos como para poder escapar siempre de él. Pero bueno, al menos, ejerzo resistencia, sin perder el rumbo de mi rutina diaria y sin dejar de hacer lo que, de todos modos, debo y quiero hacer. No me convencen, porque yo nunca me dejé llevar por los mensajes anteriores, según los cuales "todo iba de maravilla; todo era prosperidad".




Y, aunque como ciudadana del "primer mundo" que soy, peco de tener un capricho en el que invierto más de lo que me gustaría (el deporte), estoy satisfecha por ser esta la única debilidad que me impide ser consecuente totalmente con mis ideas.
Me jode no ser capaz de hacer más para evitar caer en las redes de los convencionalismos sociales, pero intentaré con mis pequeñas decisiones rebeldes cotidianas, hacer frente a todas aquellas posturas que no me gustan.
Un ejemplo es la llamada "cena de navidad": empresas, familias, grupos de amigos... todos celebran al menos una, sin darse cuenta de que, con ello, contribuyen fundamentalmente al sostenimiento de una de las grandes lacras de la sociedad (el consumo por el consumo). Cenemos, sí. Pero hagámoslo como cada noche: sin comprar marisco a precio de oro por el simple hecho de hacerlo en Diciembre. Pocas cosas me resultan tan absurdas como mantener la tradición de los mariscos en Navidad cuando, actualmente, se pueden comprar y degustar en cualquier momento del año a un precio "razonable".
Antes las cosas se veían de otra manera: las familias iban justas y estas fechas, al final del año, eran el momento oportuno para "tirar la casa por la ventana" y permitirse aquello de lo que se habían estado privando el resto del tiempo. Pero ahora... qué insensatez!, qué sinsentido!


Así que, yo paso de la cena de Navidad que han propuesto mis amigas: primero, por esto que comentaba. Segundo, porque últimamente me viene fastidiando el hecho de tener amigas que sólo veo en acontecimientos que detesto: bodas y cenas de Navidad. Si no hay un acontecimiento estúpido y mucha pasta de por medio... ya no hay amigas. Así que, a mí que me llamen el día que quieran dar una vuelta por el campo (que es gratis, mucho más saludable, más limpio, no tienes que pillarte una crisis de ansiedad para aparcar y con un chandal ya estás arreglada).

Y haré lo posible por evitar salir mucho de casa en esas fechas que tanto me queman; Para mí son "fechas señaladas" por lo desagradables que me resultan: mucha hipocresía, mucho compromiso incómodo, mucha tontería, en fin...

En mi opinión, lo único bueno que ha tenido alguna vez esto de la Navidad han sido las vacaciones escolares (y digo escolares porque en la Facultad me tocaba ya empollar como una cabrona para los parciales de Febrero, asi que, tampoco!)
La Navidad, sí... un invento de otra gran lacra: la Iglesia. Los que tanto pregonan con el amor al prójimo, el respeto, etc. y luego no aceptan los matrimonios gays o el derecho de las musulmanas a llevar el pelo cubierto.
En fin, esto es tema aparte, que da para mucho. Igual que las decisiones políticas...


Hoy escuchaba en la tv que comienza el "encendido navideño". CRISIS, sí... CRISIS. Pero habrá que seguir gastando pasta de los impuestos municipales para decorar con bombillitas de "bajo consumo", (que se recalque bien), las calles de todos los nucleos poblacionales españoles durante mes y medio, por lo menos.




A nadie se le ha ocurrido pensar en los que odiamos la Navidad?? Por qué tenemos que subvencionar con nuestro dinero un acto de contribución al derroche energético y a la polución???
La raza humana me decepciona...

jueves, 13 de noviembre de 2008

Pico y pala

Es hora de gritar: "Yujuuuuuu!!!". Por fin se pone en marcha la obra de mi casita. Bueno... de la casita de Tito y Myri.
Un año y pico después de iniciar los trámites para poner en marcha el Proyecto y más de dos años y medio desde que tomamos la decisión de meternos en una autopromoción, finalmente comienza a levantarse la casa (qué paradoja... si sólo es el principio!)



Así que estoy contenta por tener una fecha concreta y cercana, pero a la vez, inquieta por ver que el tiempo está un poco revoltoso; Espero que no nos juegue una mala pasada y haya que parar nada más comenzar.
Hoy nos hemos reunido con los constructores para ultimar detalles del planteamiento sobre el terreno y para definir ciertos puntos relativos a la altura de la casa sobre la finca, los accesos, muros exteriores, etc.
Esto va tomando forma...

Por otra parte, un poco antes en la mañana, saboreaba los placeres de una sesión de natación en que he vuelto a mejorar mi "triste" marca de 200 metros libres en otros 7 segundos. No he hecho un test, con lo cual, no es una marca tope. Pero es otro pequeño progreso que me alegra mucho.

Hace unos días era consciente de un hecho que me ha llamado la atención: este deporte es triplemente "agradecido-desagradecido". Me explico:
Cuando comencé hace unos meses a practicar el triatlón, la disciplina que mejor llevaba comparativamente (es decir, contrastando los resultados parciales de las competis con los del resto de las chicas) era la carrera. Y, por tanto, los entrenos de carrera eran los que más disfrutaba, los que más me reconfortaban, etc.



No obstante, en el polo opuesto estaba la natación: aunque no he hecho una temporada regular, tenía la sensación de no progresar absolutamente nada por más que insistiese con los ejercicios de técnica. Con lo cual, ir a la pisci era poco más que obligarme a acudir a un infierno azul.

La bici... pues, ni fu ni fa. Al ser absolutamente nueva para mí, se trataba de aprender poco a poco (acostumbrarme a las calas, pillar técnica, rodar, rodar, rodar y rodar más). No me comía mucho el tarro, aunque las pasaba putas tratando de avanzar cuando el terreno cobraba pendiente.




Peeerooo, llegó el temprano momento en que me lesioné y cada sesión de carrera era casi casi un reto; Ya no disfrutaba. Ahora, la situación era completamente distinta porque iba todo el tiempo "con la mosca detrás de la oreja", esperando la lesión definitiva.
Tener que hacer parones cada cierto tiempo, porque el problema muscular amenazaba con reagudizarse, me llevó a perder la forma y a correr "discretita".
Esas molestias, que normalmente me permitían entrenar en la piscina y en la carretera, me sirvieron, por otro lado, para fortalecer estos puntos: julio y agosto fueron meses de agua y pedal. Noté algo de mejora en la bicicleta (fundamentalmente, que me sentía motivada para entrenar. Y el hecho de afrontar así los entrenos me fue útil para ir afinando - poco, eso sí -). En el agua también fueron mejorando las sensaciones, sobretodo, desde que empecé a entrenar con Fredy.

Y llegamos al punto actual en que, después de un par de semanas de descanso, comencé la nueva temporada subiendo un peldaño en la piscina.
Empezando poco a poco, dando la debida importancia a la técnica y sin abusar del volumen, la cosa va mejor. Así que, han cambiado las tornas: ahora lo que más disfruto es el nado, aunque también contribuye a ello el hecho de que vuelvo a tener el gemelo tocado y ello me lleva a repudiar un poco la carrera.

La bici... ahora me da más pereza. Hace frío, estoy floja, subo muy justa... y por eso, porque estoy perdiendo el nervio que pillé en verano, debo ponerme, como con mi futura casa, PICO Y PALA...





martes, 11 de noviembre de 2008

Hermanos de sangre

- "Joer... ¿tu hermano y tú os lleváis muy bien, no...?"
Puffff, cuántas veces he escuchado esta frase. Y la respuesta, claro, siempre es la misma:
- "Pues sí... no me puedo imaginar llevarme mejor con nadie que no sea él". Y, aunque esto deje en una situación un poquitín precaria a mi chavalete, es lo que siento.

Con mi hermano tengo una complicidad de 27 años largos. Hoy por hoy, es mi familia la única que puede ocupar ese peldaño de la "confianza ciega". Aunque Titillo ha escalado muchos puestos para encaramarse al mismo podio y, en el tiempo que llevamos juntos (que ya va siendo bastante) me ha demostrado que es merecedor de hacerse un huequecito.

Pero, volviendo al personajillo anteriormente citado, no sé si será alguna raíz genética rollo "Corleone" lo que tendré por ahí azotando... porque me siento muy ligada a este pequeño gran "cabroncete".


Compartimos mucho tiempo, muchas aficiones e inquietudes. Y ahora, también el triatlón.
Entrenar con él me gusta más que cualquier otra cosa que me propongan (aunque dicha propuesta suponga menos esfuerzo y sacrificio que un entrenamiento con el gancho bajo la barbilla).

Le admiro por lo que es. Por ser un chaval noble, sencillo, tenaz, inteligente y generoso. Todas esas grandes virtudes entre muchas otras le caracterizan y, por eso, me siento muy orgullosa de él.
Mi hermanito, mi chiquitín de casi un metro ochenta y cinco es mi confidente, mi sparring, mi bufón personal y, también un poquito, quien me saca de quicio, me hace rabiar o me mosquea más que nadie. Pero, por el motivo que sea, con él todo vale. Y además, todo es recíproco, así que yo le devuelvo tanto el cariño, como el apoyo como las "putaditas"... jejeje XD


Hoy, un nuevo entrenamiento juntos. Cada día con él en la piscina es como una visita al aquarium; Qué cabronazo... se desliza en el agua como un auténtico escualo!!.


A mí me motiva mucho. Y de hecho, la mejora es evidente desde que hemos comenzado a entrenar juntos: he reducido mi marca en 750 crol en más de 40 segunditos.

Creo que el mayor tesoro que podemos acaparar en esta vida nuestra, como ciudadanos del mundo "de la media o el montón" es la gente que tenemos a nuestro alrededor: los amigos son importantes, la pareja... aún más. Y tu familia más directa, imprescindible. Al menos para mí.
Mi hermano y mis padres siempre me han demostrado que puedo contar con ellos en cualesquiera circunstancias. Que van a estar a mi lado incondicionalmente. Mi chico, también hace gala de ese comportamiento (cada día más). Y por eso, ese tesoro es el que me siento en la necesidad de proteger con uñas y dientes... al estilo Golum.



lunes, 10 de noviembre de 2008

Low battery

Hoy es día de descanso total. El segundo seguido.
Y el motivo es que estoy destrozada. He tenido una guardia horrorosa: ayer trabajé con un equipo que no es el mío, pero con el que se curra muy a gusto. Sin embargo, nos pasamos prácticamente todo el día sin tener trabajo (sólo dos avisos) y, a las 12 de la noche, comenzó la "fiesta".

Uffff... infartos, disneas intensas, curro del potente hasta las 5 a.m., hora en la que he podido adoptar la posición horizontal y cerrar los ojos para descansar hasta las 8.00
Yo no sé qué astros se alinearían ayer o qué leches pasaría para que la noche estuviese tan ajetreada: las urgencias de los hospitales estaban a petar y, sin camas prácticamente, todas las UVI's seguíamos en movimiento constante. Sería la luna llena??? Hay teorías al respecto...

Así que estoy reventada. A esto sumamos que la semana pasada ya acabé bastante floja: el viernes me encontré peor que los días anteriores en la pisci; el sábado, la salida larga con la bici fue horrorosa: sentía las piernas flojitas flojitas y la cabeza... pues tampoco es que acompañase en el empeño de hacer un buen entreno, porque, desde la sesión del jueves, en que volví a joderme el gemelo corriendo, ando de bajón otra vez. Esto es una pesadilla...


Así que, más me vale descansar y recuperar (que hoy tengo la cabeza para pocos asuntos y el resto del cuerpo, para menos aún)... y a ver si el resto de la semana cambia la perspectiva.




Toy pa' carne picada!!!