martes, 11 de noviembre de 2008

Hermanos de sangre

- "Joer... ¿tu hermano y tú os lleváis muy bien, no...?"
Puffff, cuántas veces he escuchado esta frase. Y la respuesta, claro, siempre es la misma:
- "Pues sí... no me puedo imaginar llevarme mejor con nadie que no sea él". Y, aunque esto deje en una situación un poquitín precaria a mi chavalete, es lo que siento.

Con mi hermano tengo una complicidad de 27 años largos. Hoy por hoy, es mi familia la única que puede ocupar ese peldaño de la "confianza ciega". Aunque Titillo ha escalado muchos puestos para encaramarse al mismo podio y, en el tiempo que llevamos juntos (que ya va siendo bastante) me ha demostrado que es merecedor de hacerse un huequecito.

Pero, volviendo al personajillo anteriormente citado, no sé si será alguna raíz genética rollo "Corleone" lo que tendré por ahí azotando... porque me siento muy ligada a este pequeño gran "cabroncete".


Compartimos mucho tiempo, muchas aficiones e inquietudes. Y ahora, también el triatlón.
Entrenar con él me gusta más que cualquier otra cosa que me propongan (aunque dicha propuesta suponga menos esfuerzo y sacrificio que un entrenamiento con el gancho bajo la barbilla).

Le admiro por lo que es. Por ser un chaval noble, sencillo, tenaz, inteligente y generoso. Todas esas grandes virtudes entre muchas otras le caracterizan y, por eso, me siento muy orgullosa de él.
Mi hermanito, mi chiquitín de casi un metro ochenta y cinco es mi confidente, mi sparring, mi bufón personal y, también un poquito, quien me saca de quicio, me hace rabiar o me mosquea más que nadie. Pero, por el motivo que sea, con él todo vale. Y además, todo es recíproco, así que yo le devuelvo tanto el cariño, como el apoyo como las "putaditas"... jejeje XD


Hoy, un nuevo entrenamiento juntos. Cada día con él en la piscina es como una visita al aquarium; Qué cabronazo... se desliza en el agua como un auténtico escualo!!.


A mí me motiva mucho. Y de hecho, la mejora es evidente desde que hemos comenzado a entrenar juntos: he reducido mi marca en 750 crol en más de 40 segunditos.

Creo que el mayor tesoro que podemos acaparar en esta vida nuestra, como ciudadanos del mundo "de la media o el montón" es la gente que tenemos a nuestro alrededor: los amigos son importantes, la pareja... aún más. Y tu familia más directa, imprescindible. Al menos para mí.
Mi hermano y mis padres siempre me han demostrado que puedo contar con ellos en cualesquiera circunstancias. Que van a estar a mi lado incondicionalmente. Mi chico, también hace gala de ese comportamiento (cada día más). Y por eso, ese tesoro es el que me siento en la necesidad de proteger con uñas y dientes... al estilo Golum.



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