miércoles, 7 de mayo de 2008

A trompicones...

Sigo con la mala racha. Sigo con lesiones día tras día.
Yo no sé cuál es el problema: estirar, beber, comer, descansar, la técnica, el material, el exceso de entrenamiento en intensidad, la falta de adaptación... A todo esto e incluso a más cosas le he dado vueltas y no dejo de comerme el tarro con ello. Una y otra vez... y otra más.

Es una obsesión. Es incomprensión. Es necesidad de que la tortilla dé la vuelta de una vez, que la suerte me sonría y, simplemente, poder entrenar cada día sin molestias, sin tensión, sin miedo.
Creo que no pido tanto. Sé que cuando todo va bien, tiendo a arriesgar para mejorar. Y quizá ese riesgo desencadena todo esto que estoy padeciendo ahora.

Pero creo que no lo merezco. Me gusta entrenar. Tengo tiempo y ganas para dedicarme a esto y no puedo. Y llega la desmotivación, la pérdida de ilusión... el negro más intenso.


La semana pasada había despegado: Después del miércoles de calidad en bici con Fredy, el jueves hice los 5 x 1000/4' que tenía previstos con muy buenas sensaciones: el primero, creyendo que iba floja, lo metí en 3:50. Me quedé flipando con el resultado. Sobretodo, teniendo en cuenta que no entrené en pista, sino en terreno irregular. Los siguientes los bajé todos de 4:08 (4:08 - 4:01 - 4:07 - 3:58). Así que, después de haber comenzado a entrenar con sensación de pesadez (por la comida, aún reciente), sequedad de boca (por el calor que hacía) y el miedo de la tensión en los gemelos durante el calentamiento de casi 30', la calidad de las series compensó toda esa negatividad con la que había iniciado la sesión.
El objetivo era bajarlas de 4:15, así que... lo cumplí con creces. Pero me curré bien.

El viernes me limité a hacer una hora de rodillo sin forzar demasiado, en la bici del parque. Estiré al acabar y pasé de hacer nada más. Pero la guardia fue muy cabrona: no curramos nada aunque tampoco pude descansar (nos avisaron 4 veces desde las 23 h hasta las 8 h, y todas anuladas). O sea, te despertabas, te pegabas una paliza de km. con todos los efectos de luz y sonido y, cuando casi íbamos a intervenir, a la base!!


El sábado, que tenía un rodaje largo aeróbico, salí ya con las piernas como piedras. Dudé si era buena idea entrenar ese día, dadas las sensaciones. Pero, a pesar de no haberme acostado, buscando información sobre neoprenos y demás, arriesgué. Y erré.
A los 30' empecé a notar mucha tensión en los gemelos. No quise parar: "corre o revienta". Y estuve a punto de petar. NUNCA MÁS! Tengo que aprender a escuchar esos lamentos antes de meter la pata. Porque ahora esto que estoy pasando es peor. Si no te paras antes, te paras después. Porque el miedo me ha vencido y las compes, tan próximas, me invitan a no cometer más irresponsabilidades; Resultado final: 4 días más en el dique seco. Porque ni moral me ha quedado para ir a nadar. De ahí lo que comentaba antes de la desmotivación.

En fin, en cuanto al neopreno, acabé tomando la decisión de comprar uno barato. Asi que hoy me ha llegado mi Kynay. La decepción ha sobrevenido al conocer que está realizado en piel de foca.... Uffff, con lo mal que llevo yo eso de que se carguen a los animalitos para estos y otros menesteres. ABOLICIÓN DE LA "FIESTA NACIONAL" YAAA!!!


Por otra parte, ya deben estar los resultados de la analítica que me hice. El lunes iré a conocerlos. Y el sábado, si todo va bien, a recoger el tritraje y el dorsal para la compe del domingo: la carrera de la mujer, en la que formo equipo con mi mami todoterreno. A ver si demostramos lo supernenas que somos (si mis piernas no se oponen...)

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