miércoles, 29 de abril de 2009

Se acercan los objetivos

Empezamos a acercarnos a los primeros objetivos principales de la temporada. Mayo está a "tiro de piedra" y con él llegan los clasificatorios para el Cto. España de Triatlón y las primeras Pruebas Nacionales.
El calorcito está a la vuelta de la esquina y toca empezar a remojarse.


Así, esta semana comienzan los ajustes. La semana anterior fue de descarga (cosa que agradecí bastante porque ayuda a asimilar la carga de días anteriores y a poder tomarse con más relajo el resto de las cosas que haya por hacer). Y como ahora trámites pendientes no me faltan... estos días pasados me han venido muy bien para poner en orden muchos asuntillos.





La casita está dando un "estirón". Ya se ha reiniciado la obra y hemos finiquitado los drenajes y la solera del sótano. Esta obra ya sí que empieza a parecer una vivienda y resulta mucho más sencillo imaginarse un poco los espacios futuros.
Durante estos próximos días empiezan a meter ladrillo y a "tirar para arriba" muros. Qué buena pinta!!!





Por otra parte, solucioné el tema de los desarrollos de la bici metiendo un nuevo casete. Mañana saldré a estrenarlo cogiendo algunos repechos duros, a ver si todo va correctamente.
En cuanto a los entrenos durante la descarga, no hay cosas reseñables. Algo de trabajo de fuerza específica, poco volumen, buenas sensaciones en la única sesión con series fuertes de agua que hice y una impresión general bastante positiva.


Esta semana ha comenzado más enrevesadilla. El lunes (guardia) no paré en todo el día de currar. Apenas nos dio tiempo a comer (en 3 veces!!) y a cenar de casualidad. Creo que lo máximo que estuve en el parque de seguido debieron ser unos 30 minutos. Hasta la una de la madrugada no dejamos de atender pacientes aunque, por suerte, la noche fue tranquila.





Así que ahora tengo que retocar la planificación de los entrenos. El martes hice lo que me tocaba el lunes; hoy he hecho lo de hoy pero, el resto de la semana, tengo que poner las cosas "patasarriba" para cuadrar todo (dado que el domingo también estoy en el parque).
El rollo es intentar calzar todas las sesiones para no dejar nada en el tintero. Y es que las competis se aproximan y hay ganas de hacerlo lo mejor posible.
Aún no me he decidido por la primera; tenía intención de bajar a Almería y hacer ese tri. Aprovecharía para ir con Tito y pasar algún día más de vacaciones, porque no conocemos la zona. Pero igual no es la mejor época para eso, dado cómo estamos con la casa.




La otra idea era hacer el de Madrid del día 30... aunque también me apetece hacer el Villa la semana siguiente y me resulta un poco aburrido repetir con tan poquitos días de intervalo.
En fin, esas son las opciones. Ya veré si hago Almería y el Villa, Madrid y el Villa o... me lío la manta a la cabeza y me meto en tres semanitas seguidas de compe.



La pena es lo del próximo finde; el club organiza unas Jornadas Técnicas muy interesantes pero tengo que trabajar y no he podido cambiar la guardia. Me lo voy a perder... Así que espero que tengan mucho éxito y se repitan en otra ocasión.




Por lo tanto, ahora toca definir (la mente, digo... porque yo con la dieta no me he cortado nunca y, de momento, no tengo intención); Que eso de estar penando por dejar de comer un trocito de chocolate, un rico helado o un trozo de tarta conmigo no va. Sacrificios sí... pero los justos, que la vida es bella para poder disfrutar de muchas buenas cosas.


miércoles, 22 de abril de 2009

Sólo vivir


Me decanto por "Sólo vivir", como título para este post, con permiso de Skalariak (ya que ese es el nombre de uno de sus temas) porque hoy siento que la vida es tan importante que merece la pena sólo por eso, por vivir. Al menos, aquí y ahora.
Efectivamente, cada día que salgo de guardia, doy mucha más importancia a los pequeños detalles que la existencia nos ofrece.
Se me pasan por la cabeza muchas cosas: la de veces que nos quejamos por tonterías, lo grandes que hacemos con nuestros lamentos los pequeños dolores pasajeros que a todos nos afectan alguna que otra vez, lo rápido y superficialmente que, en ocasiones, escuchamos a quienes forman la parte más importante de nuestro día a día, los miles de ineficaces e improductivos comentarios que todos hacemos sobre lo mal que van las cosas en esta casa, en este pueblo, en esta región, en este país... para no tomar nunca decisiones encaminadas a buscar una solución (y, sobretodo, olvidándonos de los pueblos, regiones y países donde REALMENTE las cosas están mal).
Son tantas y tantas cosas buenas las que nos rodean a la mayoría de nosotros que debiéramos recrearnos en ellas y gozarlas... exprimiéndolas... hasta olvidar el resto de sucesos, pensamientos y circunstancias que nos contrarían o nos son adversas.

Y es que, si sólo vivimos (siempre, eso sí, buscando el polo positivo de la vida), nos irá mejor. Probablemente seremos más felices que tratando de cubrir demasiadas expectativas. Alguien dijo que "el ignorante es mucho más feliz que el sabio". No sé si acabo de estar de acuerdo por completo con esta afirmación. Supongo que dependerá de si el sabio lo es por intelectualidad o por emotividad. Alguien que vive buscando lo afirmativo, lo positivo, no me extraña que sea más feliz que quien hace lo contrario.
De todos modos, no creo que se trate de ignorar la adversidad. Yo creo que me será más sencillo superarla si no centro mi atención en ella y trato de salvar ese eslabón lo más rápido posible. Hoy lo creo así pero no siempre "me lo creo" con tanta facilidad. Así que, intento tomar conciencia de este punto cuando empiezo a perder el norte. Me parece una actitud muy funcional: es como buscar siempre el equilibrio, la armonía...

A veces, para mantener ese clima, es bueno ponerse en la piel de quienes sí pasan por momentos muy difíciles. Empatía... así se llama.
Empatizar es complejo y a mí, personalmente, en ocasiones me resulta incluso "cruel". Y digo cruel porque, cuando intentas comprender las situaciones por las que atraviesan algunos, no puedes evitar que cruce por tu mente un sentimiento de alivio; Algo así como: "Menos mal que no soy yo quien tiene que vivir esto".

Pero, evidentemente, de todo se aprende. Y la empatía es una buena herramienta para llevar potenciales circunstancias similares a las que te han narrado con mayor estoicismo que si no pudieses pre-pararte para solucionarlas. O para sobrevivirlas...

Con lo cual, hoy me centro en quienes verdaderamente tienen motivos para flaquear, para buscar el desahogo en los demás, lamentarse o llorar a lágrima viva:















Ahora piensa un momento: ¿TU VIDA TE SONRÍE? Estoy convencida de que la mía, hoy por hoy, y a pesar de las contrariedades... SÍ! (Y que dure!)

jueves, 16 de abril de 2009

Como pez en el agua

Continúan mis buenas sensaciones y estoy contenta por ello. Hoy, tras una noche de poco descanso en el parque... porque estando de guardia casi nunca se duerme ni se descansa en condiciones... me fui a resolver varios asuntos pendientes de índole administrativa que me llevaron la mañanita entera y, con mi café + tostada (un desayunito "pelín" escaso para lo que yo acostumbro), me lancé al agua a eso de las dos y media de la tarde.
Pero he sacado adelante una sesión que tenía ganas de llevar a cabo. Series de técnica, fuerza específica con palas y primeros larguitos acumulando lactato. Y bien...

Empiezo a recuperar "agarre", ya pillo agua, me deslizo, mejora la coordinación y bajan los tiempos en las series proyectadas en el plan de entrenamiento. Con lo cual, todo ello reconforta. Quedan atrás los ratitos oscuros del "parón obligado" de estas semanas y me siento muy bien volviendo a mi día a día: mis cositas de la casa, las guardias con mi otra familia de sanitarios y bomberetes y estos entrenos con resultados tan agradables.





En el trabajo, todo va bien. La guardia fue tranquila pero, en este curro mío, siempre eres partícipe de situaciones peculiares que hacen que la actividad profesional nunca caiga en lo rutinario.

Ayer en uno de los hospitales a los que trasladamos habitualmente a nuestros pacientes presencié un caso curioso. Me disponía a reponer el material gastado y a organizar el resto de nuestro aparataje cuando, ante mis ojos, desfilan: un guardia civil, un celador con una maleta enorme, un muchacho (aparentemente extranjero) esposado y otro guardia.

Al rato, voy a por un par de sabanas para la camilla y me entero de la movida: el tío llegaba en un vuelo de Iberia cargadito hasta "las trancas" de bolitas de coca. Tenía que pasar por rayos para ver el estado de la "mercancía" y estaban registrándole en admisión...



Qué pena tener que llegar a hacer cosas como esas para salir adelante! Supongo que pasará una buena temporadita viendo el sol detrás de unos barrotes... Con lo bonito que es poder disfrutar de tu propia libertad (aunque haya que vivir arremangaíllo, conformándote con lo que puedes conseguir con tus pequeños esfuerzos cotidianos... y "legales"...)



Yo, por mi parte, elijo la opción de seguir fluyendo en una piscina, aunque a veces la suma de largos pueda resultar tan alienante como mirar la vida desde detrás de unos barrotes. Pero así, al menos, me siento como pez en el agua.

miércoles, 8 de abril de 2009

Primera ascensión

Hoy no sabía si "arremangarme" de nuevo a escribir en este blog: Van dos días seguidos y eso nunca ha sido normal por aquí.

Pero creo que la ocasión lo merece porque, a pesar de que no estoy completamente satisfecha de mi entrenamiento de hoy, para mí no deja de ser una "pequeña (por decirlo comedidamente) gesta". Es un hito de esos que hay que señalar en el calendario de mi corta vida como practicante de triatlón.
Y es que hoy he subido mi primer puerto de montaña en Madrid.



No es mucho lo que he andado hasta hoy en bici. Creo que el "cuenta" muestra unos tres mil y pico (desde que la compré), lo cual es poca cosa en comparación con lo que se rueda por "ahí fuera". Pero, de toda esa cantidad de metros, aún no había dedicado ni unos pocos a la escalada ciclista.

Pero hoy he decidido aprovechar que me he levantado pronto y con ganas para cambiar las sesiones de bici de lugar en el calendario y me he "tirado" a por la larga: 110 km subiendo un puerto, decía mi planificación.
Así que... dicho y hecho.


He salido de casa con rumbo a Miraflores y hasta allí todo ha ido bien. He llegado dosificando mucho y con toda comodidad, a un ritmillo muy suave.
Entonces, Salvita y yo hemos enfilado hacia Canencia. Primeras rampas duras, que me hacen plantearme si voy a ser capaz de llegar al cartelito de la cima. Después, la cosa se pone más favorable... me confío un poco; lo justo para recuperar un poquito la moral y tratar de convencerme de que puedo. Y llega el final: Pulsómetro echando humo (he subido un buen rato por encima de 180 ppm); El último de los piñones quemadito también de tanto uso; Patas rígidas, descoordinadas y llenitas de lactato; Respiración agónica... Pero vislumbro el cartel y me invade esa sensación de alegría desbordante. Estoy arriba!!





Después de disfrutar de las vistas y de echarme una barrita y unos dátiles a la panza, llega el descenso (con bastante miedito... porque una se acojona ante la falta de costumbre por la velocidad); a continuación, el paroncito para reponer el bidón en Miraflores y los cuarenta y pico kilómetros de regreso a casa. Aún tenía piernas para darle caña al 53 durante gran parte de la vuelta, a pesar de todo.


La conclusión que saco de esto es que puedo hacer estos entrenos si los hago "con cabeza". Me puedo meter 110 km con un puerto de 2ª y acabar cansada pero entera.

Pero hay que modificar ciertas cosas: En primer lugar, creo que tengo que cambiar ciertos componentes de mi bici. La compré así, de segunda mano a un ciclista de mi pueblo, y le tengo mucho cariño pero veo que un 53x39 y 23x11 es mucha tela para hacer ciertos entrenos con calidad. Este ha sido un buen ejemplo: con un 50x36 y algún piñoncete más habría ido más suelta.




Por otra parte está el sillín. Tal vez sea mejor convencerme de que los específicos de chica me van a hacer mucho bien. Así es que... a pesar de estar un poco cerrada a esto de gastarme más pasta en lo que no es más que una afición, quizás merezca la pena.

Pero, en general estoy contenta con la experiencia... aunque temiendo tener que repetir, porque fácil no ha sido! Y es que, para que sea fácil (o más fácil...) habrá que seguir entrenando.

martes, 7 de abril de 2009

Following my flow

Las aguas vuelven a su cauce. Poquito a poco me voy encontrando a mí misma; Llegan los entrenamientos "tipo", regresan los ritmos habituales y mi cabecita loca descansa y se calma.

Qué tranquilidad se siente cuando todo fluye según lo esperado!! Es una grata recompensa al hecho de haber sido paciente y haber logrado ceñirme a lo debido cuando estaba en la etapa de recuperación. Ahora vuelvo a despegar... y la motivación lo hace conmigo.




Estoy contenta; las cosas empiezan a funcionar y empiezo a disfrutar de un momento dulce... un momento que estaba deseando saborear. Espero que dure mucho y, para ello, lo mejor va a ser mantener la mente "en positivo", porque funciona.
Sí... funciona!


Tras una supuesta semana de descarga (30 marzo - 5 abril) con más de 12 horas de entrenamiento y 200 km. de bici, ayer se nos vino encima la Semana Santa, que promete ser tan revuelta climatológicamente como las de años pasados, pero que espero estirar tanto como pueda para cumplir el programa del "jefe Quino".
Así que, comencé ayer con una sesión de natación suave para irme encontrando también entre las aguas. Allí en la pisci, coincidí con dos compis del club, Nacho y Kike, de Larga Distancia, que en estas fechas ya andan metiendo ritmos fuertes y volúmenes elevados.




Me acompañó mi hermano, que no está en su mejor época, pero que pretende irse centrando en cuanto pueda para recuperar la forma y crear de nuevo el sano hábito del entrenamiento diario.
Lo más destacable fue que nadé sin ninguna molestia; con facilidad aunque con sensaciones aún no demasiado buenas. Salí del agua y ni siquiera tenía la extraña debilidad de días anteriores. Con lo cual, me quedo satisfecha por haber evitado hasta ahora una recaída, que podría suponer un nuevo paso hacia atrás.

Después me fui a pasar el resto del día con Tito al pueblecito de mi madre, del cual hemos regresado esta tarde. Este pequeño "recreo" nos ha venido fenomenal para salir un poco de aquí y disfrutar el uno del otro en un ambiente de lo más mágico: un pueblo vacío, un viento aullador y nosotros con nuestra chimenea, sofá, pipas, cervecita y unas pelis... Da gusto hacerse regalitos así de vez en cuando!




Y hoy, de regreso, el viento continuaba azotando con ganas, pero no he hecho pereza y me he marcado la tirada larga de carrera que tenía a un ritmo que ya se puede considerar totalmente de "entrenamiento aeróbico"; En total, 13 km. de carrera en la zona debida y corriendo fácil y sin molestias.


Por lo tanto, me quedo contenta con el progreso experimentado. Yo creo que las tres sesiones de bici de la semana pasada me han venido muy bien para encontrar el mechero que había perdido con mi "chispita".




Ahora se trata de seguir fluyendo: Let's keep the flow, como diría el Langui.
Por cierto, interesante peli "El truco del manco"...