miércoles, 8 de abril de 2009

Primera ascensión

Hoy no sabía si "arremangarme" de nuevo a escribir en este blog: Van dos días seguidos y eso nunca ha sido normal por aquí.

Pero creo que la ocasión lo merece porque, a pesar de que no estoy completamente satisfecha de mi entrenamiento de hoy, para mí no deja de ser una "pequeña (por decirlo comedidamente) gesta". Es un hito de esos que hay que señalar en el calendario de mi corta vida como practicante de triatlón.
Y es que hoy he subido mi primer puerto de montaña en Madrid.



No es mucho lo que he andado hasta hoy en bici. Creo que el "cuenta" muestra unos tres mil y pico (desde que la compré), lo cual es poca cosa en comparación con lo que se rueda por "ahí fuera". Pero, de toda esa cantidad de metros, aún no había dedicado ni unos pocos a la escalada ciclista.

Pero hoy he decidido aprovechar que me he levantado pronto y con ganas para cambiar las sesiones de bici de lugar en el calendario y me he "tirado" a por la larga: 110 km subiendo un puerto, decía mi planificación.
Así que... dicho y hecho.


He salido de casa con rumbo a Miraflores y hasta allí todo ha ido bien. He llegado dosificando mucho y con toda comodidad, a un ritmillo muy suave.
Entonces, Salvita y yo hemos enfilado hacia Canencia. Primeras rampas duras, que me hacen plantearme si voy a ser capaz de llegar al cartelito de la cima. Después, la cosa se pone más favorable... me confío un poco; lo justo para recuperar un poquito la moral y tratar de convencerme de que puedo. Y llega el final: Pulsómetro echando humo (he subido un buen rato por encima de 180 ppm); El último de los piñones quemadito también de tanto uso; Patas rígidas, descoordinadas y llenitas de lactato; Respiración agónica... Pero vislumbro el cartel y me invade esa sensación de alegría desbordante. Estoy arriba!!





Después de disfrutar de las vistas y de echarme una barrita y unos dátiles a la panza, llega el descenso (con bastante miedito... porque una se acojona ante la falta de costumbre por la velocidad); a continuación, el paroncito para reponer el bidón en Miraflores y los cuarenta y pico kilómetros de regreso a casa. Aún tenía piernas para darle caña al 53 durante gran parte de la vuelta, a pesar de todo.


La conclusión que saco de esto es que puedo hacer estos entrenos si los hago "con cabeza". Me puedo meter 110 km con un puerto de 2ª y acabar cansada pero entera.

Pero hay que modificar ciertas cosas: En primer lugar, creo que tengo que cambiar ciertos componentes de mi bici. La compré así, de segunda mano a un ciclista de mi pueblo, y le tengo mucho cariño pero veo que un 53x39 y 23x11 es mucha tela para hacer ciertos entrenos con calidad. Este ha sido un buen ejemplo: con un 50x36 y algún piñoncete más habría ido más suelta.




Por otra parte está el sillín. Tal vez sea mejor convencerme de que los específicos de chica me van a hacer mucho bien. Así es que... a pesar de estar un poco cerrada a esto de gastarme más pasta en lo que no es más que una afición, quizás merezca la pena.

Pero, en general estoy contenta con la experiencia... aunque temiendo tener que repetir, porque fácil no ha sido! Y es que, para que sea fácil (o más fácil...) habrá que seguir entrenando.

2 comentarios:

HECTOR dijo...

Hay que ver maña!!
Sie en tu primer puerto te meriendas 110Klicks, pues no te cuento cuando la cosa siga en aumento.....
Me alegro pues!, recuerda que la bici puede ser nuestra salvación durante momentos de lesión...
Una cosa te digo, si la economía te lo permite, agénciate con buen equipo o complementos buenos para la bici.
Esto te lo dice uno que empezó en esto sin un chavo y heredando todo lo que otros me cedían.., desde una bici del año de la polka a zapatillas de ciclismo dos tallas menos de la mía (se me cayeron todas las uñas de los pies, en serio).
Soy de los que piensan que la POTENCIA está en tus piernas, nada más....!
Pero reconozco que si el material no estábien o da pegas, al final uno está más pendiente de eso que de entregarse a fondo.
No se trata de ser un megafriki del tema, ya que material para serlo hay, y si te fijas es todo un sacapasta de cojones.
Reconozco que hay muchas cosas muy chulas y que a veces es imposible darse el capricho, pero si además te gustan otras cosas es difícil tener de todo (skis/montaña/buceo/un barco/etc...)
Eso si, y con esto resumo esta megachapa, lo poco que se adquiera que sea buena, ya que comprar barato es comprar dos veces.
De ese puertaco que te has marcado, pues decirte que yo en cuanto empiezan las rampas pongo la cafetera italiana a resoplar y parece que voy pariendo, pero siempre con la idea de que no se pone el pie en tierra a menos que te hosties.
Lo del desarrollo está muy bien mirarlo para no hacer el bestia sin motivo.
Pero recuerda que gustazo te da al llegar arriba o cuando te bajas de la bici y te echas a correr con las piernas de madera y el corazón como un tambor...., es algo alucinante, al menos a mi me lo parece.
Bueno te dejo que me emociono.
Más felicitaciones, cuidado en las bajadas que se gana poco y pierde mucho si nos apretamos el hostión.
A seguir machacando y descansando con los tuyos, que eso es entrenamiento también, aunque no te lo parezca.
Hala pues!, un abrazo.

Myrik dijo...

Muchas gracias por los consejos, Héctor!

Ya he estado consultando a los compañeros del club y parece ser que va a ser buena idea lo de modificar un poquito la bici para ponerla "a mi medida".
Lo cierto es que lo que tengo está bien cuidado y es una lástima resignarse a prescindir de ello, pero será conveniente.

Pero bueno, es igual porque lo mejor es que últimamente estoy disfrutando mogollón de los entrenamientos y creo que modificando la "máquina", lo haré aún más.

Un saludo y a seguir las líneas del arcén como un autómata! Jejeje.