jueves, 16 de abril de 2009

Como pez en el agua

Continúan mis buenas sensaciones y estoy contenta por ello. Hoy, tras una noche de poco descanso en el parque... porque estando de guardia casi nunca se duerme ni se descansa en condiciones... me fui a resolver varios asuntos pendientes de índole administrativa que me llevaron la mañanita entera y, con mi café + tostada (un desayunito "pelín" escaso para lo que yo acostumbro), me lancé al agua a eso de las dos y media de la tarde.
Pero he sacado adelante una sesión que tenía ganas de llevar a cabo. Series de técnica, fuerza específica con palas y primeros larguitos acumulando lactato. Y bien...

Empiezo a recuperar "agarre", ya pillo agua, me deslizo, mejora la coordinación y bajan los tiempos en las series proyectadas en el plan de entrenamiento. Con lo cual, todo ello reconforta. Quedan atrás los ratitos oscuros del "parón obligado" de estas semanas y me siento muy bien volviendo a mi día a día: mis cositas de la casa, las guardias con mi otra familia de sanitarios y bomberetes y estos entrenos con resultados tan agradables.





En el trabajo, todo va bien. La guardia fue tranquila pero, en este curro mío, siempre eres partícipe de situaciones peculiares que hacen que la actividad profesional nunca caiga en lo rutinario.

Ayer en uno de los hospitales a los que trasladamos habitualmente a nuestros pacientes presencié un caso curioso. Me disponía a reponer el material gastado y a organizar el resto de nuestro aparataje cuando, ante mis ojos, desfilan: un guardia civil, un celador con una maleta enorme, un muchacho (aparentemente extranjero) esposado y otro guardia.

Al rato, voy a por un par de sabanas para la camilla y me entero de la movida: el tío llegaba en un vuelo de Iberia cargadito hasta "las trancas" de bolitas de coca. Tenía que pasar por rayos para ver el estado de la "mercancía" y estaban registrándole en admisión...



Qué pena tener que llegar a hacer cosas como esas para salir adelante! Supongo que pasará una buena temporadita viendo el sol detrás de unos barrotes... Con lo bonito que es poder disfrutar de tu propia libertad (aunque haya que vivir arremangaíllo, conformándote con lo que puedes conseguir con tus pequeños esfuerzos cotidianos... y "legales"...)



Yo, por mi parte, elijo la opción de seguir fluyendo en una piscina, aunque a veces la suma de largos pueda resultar tan alienante como mirar la vida desde detrás de unos barrotes. Pero así, al menos, me siento como pez en el agua.

2 comentarios:

HECTOR dijo...

Qué pasa pues ???
Qué tal todo IN-FLUYENTE.....(lo digo por el tema de la pisci....),
No solo veo que te lo pasas bien entrenando, sino que además, en el curro tienes emociones fuertes...
Me alegro doblemente por ello.
Parece que el líquido elemento va bien, y que deslizas por el como un torpedo...., dale tiempo al tiempo y verás como no solo serás un torpedo..., te veo hecha una sirena.
Venga pues, un abrazo!

Myrik dijo...

Efectivamente, si tomamos como referencia el mundo del hip-hop, he de decir que sigo con mi "flow".

La semana pasada, de carga, acabé con ganas de "pedir la hora" pero... tras un par de días de descanso casi total, hoy he vuelto a entrenar bastante bien.

Es lo que tiene el descanso, que llega la asimilación, por mucho que a veces nos cueste creerlo y sintamos que nos falta algo por un día o un par de ellos que estemos "out-tri".

Y con respecto al campo laboral, pues ya ves, para mí resulta muy gratificante disfrutar de mi trabajo y sentir que lo que realizo durante mi jornada es productivo también para los demás. Reconforta ver lo agradecida que queda la gente cuando acabamos una intervención aunque, claro, eso no sería posible si no contase con una dotación tan cojonuda como los tres compañeros con los que comparto esta tarea.

En fin, que me quedo con lo bonito y positivo de todo esto, que es de lo que más juguito se saca!

Un abrazote.