lunes, 30 de marzo de 2009

La familia abriga

Estoy muy contenta. Muy feliz de haber encontrado un grupo humano y deportivo de tanta calidad como el constituido por la gente de Enphorma Triatlón.


El sábado, dos meses después de sufrir la rotura de fibras que me ha tenido apartada de mi rutina laboral y deportiva durante tanto tiempo, me fui a Medina del Campo, acompañada por mi madre y mi prima (que estaba deseando apuntarse a cualquier plan, después de varios meses preparando una oposición de la que se examinó el jueves).


A las 6.30 de la mañana ya estaba en pie. Desayuné muy bien, me preparé un bidón con sales del patrocinador del club, para ir bebiendo hasta la llegada a Medina y guardé todo en el maletero del Ford Escort.
Una hora más tarde, a las 7.30, Paloma, Quino, su pequeña Jimena, Roberto y Nuria, esperaban en el parking del polideportivo para salir todos juntos.


A las 9.15 ya habíamos aparcado y nos encontrábamos con el resto del equipo. Comienzan las prisas. Me voy con Nacho para recoger el sobre con los dorsales de las chicas y la ropa que nos presta Champion System, mientras acaban de confeccionar la nuestra. Conozco a Belén, nuestra compañera almeriense que se ha desplazado sola a bordo de su furgo hasta allí, para disputar la prueba de equipo.


Nos ponemos la ropa, llega Espe, la última compi que faltaba para el cuarteto, nos abrigamos porque hace mucho frío y comienza a chispear. Preparamos las cosas en boxes, salen los chicos del equipo B... calentamos... Todo transcurre muy rápido. Y a las 11.30, tras colocarnos el chip, los árbitros de la FETRI, dan la salida para nosotras.


Vamos precedidas por el Ecosport B y detrás de nosotras, sale en Triatlón Universitario.
Nos hablamos mucho. No nos conocemos; nunca hemos entrenado juntas; sólo hemos comentado durante la anterior hora los ritmos que puede llevar cada una de nosotras. Pero con eso y mucha disposición, basta.
Belén tira. Las demás, aguantamos o pedimos un poco de tregua. Cambio de estrategia: Paloma y yo, delante. Así vamos todas más cómodas. Belén va sobradita y Espe se ha acoplado mejor.


Transcurren los 5 km., llegamos a boxes y el Ecosport está muy "a tiro". Podemos alcanzarlas en la bici.
Espe sale delante y marca el ritmo durante casi toda la prueba ciclista. Las demás damos discretos relevos en ocasiones contadas. Espe es un tiro; con el viento en popa vamos volando, al girar en el 180º, parece que estamos luchando contra Eolo. Pero Espe sigue tenaz y rebasamos al Ecosport.


Entrada en el pueblo. El pavimento está mojado. Aflojamos el ritmo para asegurar (o evitar una piña). Somos cuatro justitas y parece que todas tenemos en cuenta que debemos acabar sin problemas. Volvemos a por la segunda vuelta.
Nos superan las del Academia Civil en los últimos 4 km, que están en su primera vuelta. Van muy fuertes. Pero es normal. Para nosotras, el objetivo es simplemente acabar lo mejor posible. Y aún no sabemos qué significa eso.


Vuelta a Medina y entrada a boxes. T2 rápida y subidón de moral para afrontar los 2.5 km finales. Nos hemos zampado a los dos equipos que habían salido por delante de nosotras, con lo cual hasta hemos llevado la moto de cabeza de carrera por delante en los momentos finales.


Volvemos a buscar ritmo de carrera. Las piernas están como hormigón armado (ha hecho mucho frío y viento muy fuerte durante toda la prueba), pero se acerca el final. Belén no para de animar. Creo sentir que vamos incrementando el ritmo. Estoy cómoda, delante. Veo que mis compis también lo están, así que sigo así hasta la recta de meta. Allí empiezo a buscar sus manos... Qué emoción, chicas!!! Lo hemos hecho! Está acabado y bien acabado! Ahora, a disfrutar del resto del día!



No hubo calambres, a pesar de que mi mandíbula nunca antes había bailado de ese modo por sí misma de la tiritona. No ha habido caídas, a pesar de lo resbaladizo que estaba el suelo y la cantidad de gente que, después, sabemos que han tenido que atender por ese motivo. Lo que ha habido ha sido una gratísima sorpresa: Somos 11ª en el Campeonato de España de Duatlón Contrarreloj por Equipos en categoría Élite!!!

Unas debutantes que ni se conocían entre ellas. Muchas ganas y muy buen rollo, eso era lo que íbamos a dar en esta competi y, a parte de la hermosa experiencia, hemos sacado ese buen puesto que hace más dulce si cabe este debut.

Después, el recalentamiento, la comida con el resto de los chicos, familiares y amigos... y la prueba Élite masculina, donde nuestros chavales hicieron un meritorio 25º puesto con un equipo muy cañero.
Sumando estos resultados al 17º puesto del equipo B de chicos, creo que tenemos que estar muy contentos con el estreno.

Y a todo ello, hay que añadir lo más importante: la sensación de acogida que te provoca este club. Para mí, es un club-familia. Estar con ellos es como estar rodeado por tus hermanos, tíos, primos... Fue lo mejor del día; a pesar del mal tiempo, del frío, de la lluvia, incluso, todos dieron todo por animar, por poner alas a los pies de todos los competidores. El frío se sentía menos al estar tan arropado. Y es que este club es como la familia propia... abriga.

Me gusta pertenecer a Enphorma Triatlón; empiezo a sentirme muy orgullosa de ello y creo que Medina ha sido el primero de muchos eventos similares.
Ha sido un placer poder disputar este Campeonato con mis compis, después de tantas dudas sobre mi lesión. Desde luego, ésta ha sido una prueba de fuego para la lesión. Ahora, empiezo a sentirme fuerte de nuevo. Creo que pronto volveré a los entrenamientos duros y a marcarme objetivos. Creo que ya estoy a punto para casi cualquier cosa.

Y por ello, hoy también he vuelto a la pisci. Ayer, me salté los 80 km. de bici, porque hacía muy mal día y ya habíamos tenido bastante con la jornada anterior. Además, me apetecía hacer planes con Tito. Así que hoy, en lugar del DT programado, he ido a probar 2500 m. de agua, sin buenas sensaciones pero sin dolor, que es lo importante.

En conclusión... SO FAR, SO GOOD! Que siga la fiestaaaaa!!!

miércoles, 18 de marzo de 2009

Bendita primavera

Después de un invierno tan redundantemente invernal como hemos tenido este año, da gusto disfrutar de la ristra de días seguidos de sol y buena temperatura que se vienen encadenando desde hace algunas semanas.



Mola la primavera. Mola!! Me gusta cuando puedes salir a disfrutar de un entrenamiento (o un paseo, o lo que sea) sola o acompañada, ligera de ropa y sintiendo el calor en la piel.

Ahora, aunque prácticamente he mutado en Heidi para poder llevar a cabo la vuelta a los entrenamientos sin pasarme de rosca, gozo un montón; Lo digo porque me dedico, más que a correr, a disfrutar del canto de los pajariliioss, del olor de los almendros y del sonido que hacen las lagartijas cuando se arrastran hacia los matorrales a tu paso.




Es este un pequeño lujo cotidiano. Y hace más llevadera tan penosa vuelta a la recuperación de la forma perdida.










A veces, me cruzo con gente que disfruta tanto del invierno como yo del verano. Y me cuesta ponerme en su lugar. Supongo que es igual que tratar de entender al del Real Madrid si eres del Atleti o viceversa.

Incluso, en ocasiones, cuando la lluvia no llega ni el frío tampoco y las temperaturas suaves invaden los habituales meses de invierno, me encuentro conmigo misma en situación de conflicto moral; En mi interior, sé que debe llover, sé que el frío es necesario... pero yo lo paso mu mal y no me gusta. Sí, lo tengo claro: prefiero el calor.



Así que estoy más feliz que una perdiz (por el campo en primavera). Aunque la alegría será completa cuando vuelva a mis habituales ritmos de entrenamiento.
En eso estoy ahora. Y, aunque cuesta ver que los progresos son muy lentos, hay que seguir en la brecha atendiendo al método correcto.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Zambullida


Hoy he vuelto a nadar, tras 5 semanas sin dar una sola brazada.
Las premisas eran claras: no forzar... sólo probar.

En los primeros movimientos sentía que la zona lesionada me "tiraba" un poco. Después, con el paso de los metros, debí ir entrando en calor y podía nadar con menos reparos.

Pero, a pesar de todo, la molestia continúa y, acabada la sesión (poco más de 1500 m.), tengo el músculo dañado un poquito resentido. El dolor constante que tenía estas semanas y que ya había desaparecido ha vuelto a asomar. No sé si será porque aún era pronto o por el efecto secundario de un trabajo que llevo demasiado tiempo sin hacer.

En cuanto a las sensaciones, como cabía esperar, bastante lamentables: no tengo fuerza, no agarro y me falta fluidez. Es normal... Por el momento, no me puedo preocupar por ello.


Eso sí; lo que también he notado es que, al haber perdido masa muscular por la etapa de inactividad total, floto mejor.

Vamos a ver qué tal me voy recuperando de esto; tal vez tenga que abandonar la piscina por algo más de tiempo. En cualquier caso, dado que corriendo no me duele, seguiré así.
Y la bici, tendré que probar, igualmente. Si soy capaz de entrenar sin nada de dolor, me pondré con ella. Si no... más vale seguir esperando.


viernes, 6 de marzo de 2009

Una luz al final del tunel

Cuatro semanas después del parón obligatorio producido por la molesta rotura de fibras, comienzo a vislumbrar el final de la etapa.
En este tiempo no he podido entrenar nada, salvo en los últimos días, en que he hecho un par de sesiones de "correr-andar" y otra de carrera continua.


Las sensaciones, obviamente, no han sido nada buenas. La FC disparada al más mínimo repecho, los pies arrastrándose por el suelo, los ritmos de carrera que parecen más bien de paseo... en fin, un panorama bastante desolador.

Pero eso es lo que tienen los comienzos. Y este, efectivamente, es un nuevo comienzo. Un comienzo más "puro" que el de inicio de temporada, cuando el parón no es tan brusco ni tan prolongado y los rendimientos decentes no tardan tanto en aparecer.
Esta vez la cosa va a ser más dura; De entrada, me planteo esta temporada como una en la que no me puedo proponer demasiados alardes, porque la lesión va a tardar en recuperar plenamente.
Además, he perdido ya un par de competiciones y no sé si tendré que dejar escapar alguna más; Espero que no!

Y es que, en situaciones así, te das cuenta de lo despacito que se sube con el entrenamiento (como por una escalera) y lo rápido que desciendes con las bajas (como en un raudo ascensor... o "descensor"... jejeje)








Ahora, que empiezo a despegar de nuevo, tengo la esperanza de poder entrenar con la suficiente paciencia como para no recaer de nuevo ni volver a padecer una nueva lesión. Lo malo es que, actualmente, el tiempo no acompaña tanto como en los días que peor me he encontrado. Cuánto he echado de menos en esos momentos poder salir a entrenar!!

Moraleja: "Vuelve el ciclo "hormiga"; ese de ir acumulando poquito a poco trabajo y rendimiento para luego, disfrutar como una "cigarra".