domingo, 1 de febrero de 2009

El genocidio cotidiano

Estamos viendo la televisión en casa. Un día... y otro... y otro más. Nos acostumbramos inexplicablemente a ingerir imágenes dolorosas sobre los hechos más execrables que acontecen en otros rincones del mundo a diario. Y ya nada nos remueve; nada nos conmueve.

Hemos convertido nuestras almas en objetos lavables; es igual lo que presenciemos... El chubasquero con el que nos vestimos a diario es suficiente para que resbale sobre él todo lo que podría inquietarnos y hacernos actuar. Es un chubasquero maldito, que además de protegernos de las desgracias humanas ajenas, también se convierte en nuestra camisa de fuerza; nos está impidiendo actuar. Nos apalanca, nos aburguesa... y no permite que lo cambiemos por otro traje, el de la empatía, para acercarnos a aquellos que padecen torturas a diario y ayudarles.
Sí hay solución para muchos conflictos internacionales. Sí se puede hacer algo por las gentes de Gaza. Lo que pasa es que no queremos... o más bien, que nos cuesta querer, sumidos como estamos en nuestros "mini-mundos" personales y cotidianos.

Sin embargo, a veces, una imagen en particular o una frase concreta hacen saltar la chispa de nuestras conciencias. Es como un jirón que se hace en el chubasquero maldito.


Y entonces, te paras... detienes todo aquello que se mueve en ese mini-mundo tuyo para empezar a vestirte con el traje de la empatía. Te asomas al mundo. Y reflexionas.





Algo se ha de poder hacer para detener el genocidio. Hay herramientas al alcance de nuestras manos... y debemos usarlas.



La franja de Gaza es un territorio habitado por más de un millón y medio de personas. Con una superficie no más extensa que la isla de Gomera, constituye la cárcel más grande del mundo. Una cárcel que aprisiona a una sociedad cuya edad media apenas alcanza los 15 años.



Este territorio, poblado por los descendientes de los refugiados de 1947 (año en que la ONU creó el estado independiente de Israel, en territorio palestino), permanece asediado desde los primeros días de su existencia.

En 1948, Egipto aprovecha la contienda árabe-israelí para ocupar la Franja, cuya administración mantuvo durante casi 20 años. En 1967, tras la Guerra de los Seis Días, los israelíes reconquistan la zona.

No es hasta 1994, con los Acuerdos de Oslo, cuando la Autoridad Nacional Palestina obtiene el "control" del 80% de la superficie de la Franja. Esa autonomía postiza se empieza a evidenciar pronto en la sociedad palestina. Con la intervención israelí en las fronteras, el espacio aéreo y marítimo, su independencia no es real. Ellos no quieren "migajas"... necesitan sentirse libres.

Y así, en el año 2000, se produce el levantamiento palestino (la famosa Intifada), la lucha de las piedras contra los tanques. Pero Israel, el prepotente Israel, no puede tolerar un ataque contra su indiscutible hegemonía. Da igual si una piedra provoca una brecha, mientras que un disparo ocasiona la muerte.




Israel organiza durante más de 5 años constantes incursiones en represalia a la rebelión palestina y "se caga" en su Plan de Desconexión, que no es más que un juguete que ofrecer a las "presiones internacionales" para frenar sus demandas de paz.

Llega el 2006... y Hamás gana las elecciones democráticas, en un limpio proceso electoral supervisado por los organismos internacionales y las potencias políticas más poderosas a nivel global. Obtienen 2/3 de los votos emitidos y, como premio, esas grandes potencias retiran las ayudas humanitarias que suponen la tabla de salvación de la gran mayoría de la población palestina. Su recelo por las intenciones de Hamás se convierte en el perjuicio con el que mortifican a los civiles.
Israel se une a la fiesta y pone en marcha el bloqueo económico y comercial.

Ya poco importa que la Franja sea una tierra próspera y fértil. Los ricos cítricos que cultivan abundantemente no tienen salida fuera de sus fronteras. Tampoco éstas se abren para recibir otros productos. Los palestinos quedan sometidos al llamado "castigo colectivo". La ayuda humanitaria llega "por goteo"... la escasez de alimentos, medicamentos, material escolar... el déficit de los productos más básicos, es el arma con que Israel mantiene ahora el control de los eternamente oprimidos.

Porque, al igual que D. Quijote veía gigantes donde sólo había molinos, Israel... David... ve a Goliat donde simplemente hay una sociedad que demanda lo que es esencialmente suyo.

Y como nunca es suficiente para David... el 27 de Diciembre del pasado año (hace apenas un mes), avanzó un paso más en sus pretensiones genocidas.
Comenzaron los bombardeos indiscriminados; primero fueron los acuartelamientos, después... los edificios ministeriales, el parlamento o el zoo... más tarde, la sede de la Media Luna Roja. Y entre medias, muchos civiles.

Israel justifica sus ataques manifestando que protege a sus ciudadanos de lo que ellos consideran una organización terrorista, Hamás.


Hace unos días decretaron el alto el fuego. Pero no han sido más que palabras arrastradas por el viento; la nueva excusa para los últimos bombardeos son los túneles de la frontera sur. Según Israel, éstos sirven como medio de aprovisionamiento de armas y munición que obtienen del vecino Egipto. Tal vez lo hayan empezado a ser ante la necesidad de defensa que está surgiendo. Antes, no fueron más que el vehículo de obtención de productos básicos con los que contrabandear ante el bloqueo impuesto por el opresor.

Pero los actos y las imágenes nos dan la versión original y auténtica de lo que verdaderamente sucede allí: lamentablemente, para Israel todos los palestinos son el enemigo.







Y lo peor de todo este asunto es pensar en lo fácil que es perder la memoria histórica y con ella, la solidaridad y la capacidad para ser simplemente "humano"



Ya son más de 1300 muertos... STOP AL GENOCIDIO!!

3 comentarios:

HECTOR dijo...

Hola otra vez Supergirl!
No se si te ha sentado mal mi otro comentario, pero es que leí este post hace días y quería decirte lo que pienso.
Ante todo, no te tomes a mal mis palabras si ves que no van de la mano de las tuyas o de tu forma de ver el problema. No es más que mi visión, otra más...
Por lo que leo, de antemano te digo que te doy la razón de todo esto, es una pasada, y debe pararse, o debería haberse parado, pero como son gentes desamparadas y que no aportan ninguna ganacia económica o de ningún tipo pues nadie mueve un dedo por ellos.
Pero no debe extrañarte, en los 90 hubo un semi-holocausto en Bosnia y se tardaron cuatro años en hacer algo. Y esto era Europa....
Está claro que tú has elegido un bando o te has decantado por unos, los que a simple vista parece que son los más pejudicados, y quizá me pase un poco al decir : a simple vista, ya que el número de bajas civiles es elevadísimo.
Sí, Israel mata moscas a cañonazos, y más si cabe si los luchadores por la libertad de Hammás emplazan sus lanzaderas de cohetes en domicilios particulares, hospitales, escuelas, etc....
Sí, estoy deacuerdo que a Israel hay que pararle los pies, estas cosas hay que arreglarlas de otra forma, Ojo!, quizá pegando tiros igualmente...., pero de forma más organizada (y se que esto puede parecer una barbaridad).
Ahora bien, pregúntale a los Israelíes que sufren el ataque de estos cohetes, los ataques de suicidas ante gente inocente en centros comerciales, etc...
Estoy seguro que el israelí de a pie es una persona pacífica que quiere vivir en paz, que no desea la muerte de nadie, pero que tiene muy claro que su libertad y su forma de vida la protegerá a toda costa...
Sobre la historia esta de Hammás, pues que decimos....? que un partido político con un brazo armado tan activo, pues no es nada parecido a la democracia, son extorsionadores que amparados en una interpretación puritana y fanática del Islám, manipulan a su sociedad solo para estar en el poder. Que no te cuenten milongas.
Esa idea de cerrarse al mundo, de rechazar todo lo occidental, de crear solo universidades del Corán... Esas Madrassas donde la religión es lo único que se studia.
Está muy bien creer en algo y todo eso, pero centrarnos solo en la religiosidad...., pues como que no.
Mira, yo he conocido la zona en el terreno, y te digo que el palestino de a pie, el musulmán de la calle, es un tío pacífico que si no tuviera tan arraigada la religión mandaría a la mierda a los imanes, Sheiks, muktares y demás, porque lo único que quieren es vivir en paz, trabajar , comer y sacar adelante a sus familias.
Son ellos los que deben dar el paso, los que deben hacer su propia revolución, y no me refiero a que se conviertan al cristianismo ni nada de eso. Solo que nosotros no podemos vivir sus vidas.
Esa guerra no se para porque a nadie en el Mundo Libre le importa un pijo. Menos manifestación de ramoncín, bardén, etc....
Menos palabrería estafadora de nuestros gobernantes (de todos, ojo!de izquierda , centro, derechas , rojos, azules y blancos), porque ninguno va a mover un dedo por esas gentes.
Hemos condenado a Israel, los hemos criticado, pero seguimos vendiendo y sumisnistrándole armas.
cuanta hipocresía.
Tanto que hemos rajado de las bombas israelís y resulta que las bombas de racimo se las vendemos nosotros.
Si las mismas qeu les vendimos la pasada legislatura e Israel las empleó en el Sur del Líbano. No te imaginas la cantidad de BLU´s (que son las pelotitas mortales que llevan estas bombas en su interior)recogimos y desactivamos, y manda cojones ver los rótulos en casdtellano.
Cuanta hipocresía....
Pero sí, hay que hacer algo, seguir denunciando, seguir exigiendo, y los más osados, los más locos o los más tontos, según se vea, implicándose directamente en el meollo...
No me tomes a mal, yo no estoy de parte de nadie, pero me niego a unirme a la moda del foular palestino, a justificar a Hammás, o Hizbulá, que Sí, son partidos políticos, pero con UN BRAZO ARMADO, y si justificamos eso entoces debemos justificar a ETA.
y por último, si yo viera amenazada mi forma de vida , mi libertad, mi familia...., una de dos, o huyo de ese sitio aunque me tachen de cobarde, o me quedo a preservar lo que es mío, a cualquier precio.
Es complicado decidir si hay buenos y malos , pero comparto contigo en que lo que no es difícil es prar o evitar que se den de hostias.
Pagar cascos azules cuesta muchísimo, muchísimo, y en tiempos de crisis destinar dinero a estos menesteres, pues seguro que a nuestros compatriotas ahogados por la fuerte represión pues como que no les haría mucha gracia.
Y no me hables de los cascos azules de UN. Si quieres, un día te cuento otra de las mentiras más grandes jamás contadas.
Solo espero, que esto pare de una vez, y que los cabecillas de ambos bandos paguen de forma justa sus pecados, bien sea en esta vida o en la otra si es que existe.
Bueno, perdona el rollazo si es que lo has leído, y no te enfades si pienso diferente, aunque lo pueda parecer, no trato de convencerte de nada, solo darte mi opinión.
Saludos.

Myrik dijo...

Hola Héctor!

En absoluto me ofende tu opinión ni me sienta mal leer a quien ve este conflicto desde otro punto de vista. Muy intransigente sería si hiciese oídos sordos a las opiniones de los demás (tan respetables y válidas como mis propios juicios).

Además, me parece muy enriquecedor tener la posibilidad de conocer argumentos procedentes de alguien que, como tú, conoce desde muy cerca lo que se "cuece" allí.

Aunque mi post suene demagógico, porque me irritan el alma las injusticias y me duele que la población civil tenga que pagar los platos rotos de los gobernantes (sea en Gaza, Sáhara o Guinea Ecuatorial), no puedo mirar hacia el otro lado cuando los cohetes los lanzan desde el bando de Hammas.
Pero entiendo que el conflicto parte en un momento determinado de la historia y, si miramos, qué fue primero ("el huevo o la gallina"), la respuesta es clara.

Escribí esto porque, como comento al principio, vi un reportaje en que unas imágenes especialmente emotivas hicieron saltar mis alarmas. Y es tanta la impotencia que genera esa situación, que sientes que no hay mucho que esté en tus manos... pero que algo sí que debe haber.

Sobretodo, lo que siento es que, se mire desde dónde se mire, todos solemos llegar a las mismas conclusiones, que muy bien has plasmado en algunos de tus párrafos:

"Esa guerra no se para porque a nadie en el Mundo Libre le importa un pijo"

"...que esto pare de una vez, y que los cabecillas de ambos bandos paguen de forma justa sus pecados..."

Por otra parte, creo que puedo haber cometido un error al hablar de "Israel" como genocida. Me intento explicar: lo que he querido decir es que estas "balas" dialécticas mías no van dirigidas contra el pueblo israelí; He generalizado y eso siempre es injusto y negativo. Sí que me refiero al gobierno de Israel... quien nunca me inspiró buenos sentimientos.

Afortunadamente, he tenido la posibilidad de viajar lo suficiente alrededor del mundo como para haber conocido a gentes de distintas culturas, cada unas con sus diferentes credos religiosos o políticos. He compartido "pachanguitas" con argelinos musulmanes y judíos israelíes, nicaragüenses liberales y sandinistas... o escaladas con budistas... y siempre he llegado al mismo sentimiento: los ciudadanos de a pie, los ciudadanos del mundo, somos capaces de entendernos aunque no hablemos el mismo lenguaje ni recemos al mismo Dios.

Y por ello, me siento muy pequeñita cuando, sentada en el sofá frente a la tele, veo que esos mismos niños que sufren quemaduras por bombas de fósforo blanco, podrían ser nuestros niños. Y de hecho, son nuestros niños, no???
A fin de cuentas, qué importancia tiene que los hechos no acontezcan dentro de nuestras fronteras??

Todos vivimos en el mismo planeta. Es una pena que todo esto "tenga que suceder".

Un saludo y un abrazo grande!

PD.: Me encantará leer tus comentarios acerca de los "Cascos Azules". Cuando te animes a contarlo, aquí estaré para escuchar.

HECTOR dijo...

Estoy deacuerdo contigo,
nada que añadir porque lo has dejado todo en su sitio. Y ahora ya comprendo mejor tus palabras.
Esperemos que la cosa acabe pronto.
Un abrazo.