sábado, 21 de febrero de 2009

Desde el ring

Hoy escribo desde el ring. Porque es desde donde me siento escribir. Pero... claro, lo digo como una broma que ahora explicaré.




Llevo casi 3 semanas de inactividad. La molestia que me llevó a este parón no cesa y la recuperación está siendo muy lentita.
Se me empieza a originar una especie de "complejo de abuelica", porque paso la mayor parte de mi tiempo paseando o en las consultas de médicos deportivos, traumatólogos, radiólogos, ecógrafos, etc.




La sanidad (y yo lo sé bien) no funciona con la celeridad y precisión que a todos nos gustaría y eso se traduce en una demora importante a la hora de otorgar las citas con los especialistas. Pero, al fin, tengo un diagnóstico de mi lesión y unas instrucciones para tratarla.
He acabado de tomar los antiinflamatorios que estuve evitando los primeros días y, como temía, mientras los he tomado las sensaciones han sido mejores pero una vez que he acabado, la cosa no progresa. Esto de "enmascarar" dolores no me acaba de convencer.

Así que, teniendo en cuenta las circunstancias por las que no me queda más remedio que pasar, por recomendación del dentista, he decidido aprovechar este "momento valle" para sacarme una muela del juicio que, según él, va a estar mejor fuera que dentro.




La extracción fue bastante rápida y sin complicaciones porque este señor, que realmente es médico estomatólogo, es un auténtico profesional que siempre trabaja muy "fino".
Por tanto, estoy bien; no he tenido apenas inflamación y el dolor es perfectamente tolerable sin tomar más medicación. Estoy con amoxicilina, eso sí... por si se infectase la zona.

El caso es que ayer, cuando volvía a casa paseando, con buena parte de la cara dormida por el efecto de la anestesia y la molestia perenne del costado, pensaba que bien podría regresar de un combate de boxeo por el cinturón de campeona. Era como llevar una paliza encima. Salvo por una cosa: mis brazos, mis piernas, el resto de mi cuerpo que está intacto y sano (aunque perdiendo tono y demás bondades por segundos) no estaba cansado. Echo mucho de menos esa sensación; la de las extremidades pesadas que, después del machaque, tienen que hacer un último esfuerzo para levantar un vaso de agua o meterse en la bañera.

A ver si esto va pasando prontito y la rotura de fibras acaba de cerrar. Y entonces, volveré al auténtico ring!



2 comentarios:

HECTOR dijo...

Hola Supergirl!!:
Como está el patio....!!!!
Casi mejor te metes dentro de un barril de Trombocid a ver si va mermando el mal....
Bromas aparte...
Las lesiones cuando son algo complejas normalmente llevan asociadas recuperaciones complejas, que lejos de ser graves si son molestas y lentas.
En el caso de esa rotura de fibras, pues imagino que sabes que el tema requiere de gran cantidad de paciencia, y bastante reposo.
Hace años tuve una en la pierna, no muy grande, y me costó recuperarme al 100%. Lo que pasa es que me coincidió con un curso de gran intensidad física y esto hizo más larga la recuperación.
Normalmente te animo siempre, y no va a ser menos en este caso.
Pero piensa que de vez en cuando una avería es la que nos empuja a realizar una revisión a fondo de la máquina, y aprovechar para reparar algunas cosas pendientes.
No creas, todos hemos hecho lo mismo.
Así que agóbiate lo justo y necesario y aprovecha para adoctrinar a tu pareja ya que me huelo que cuando salgas del hangar...., no se te va a ver el pelo mucho....
Rodarás todo lo que no has podido, y hasta te querrás beber el agua de la piscina.
Este asalto puede que no te haya ido bien, pero tienes pienta de ganadora, así que seguro que te llevas el combate por KO.
Venga, mucho ánimo y siempre hacia adelante, aquí no se retrocede ni para coger carrerilla....
Un beso.

Myrik dijo...

Hola Héctor!!

Efectivamente, la paciencia empieza a ser el ingrediente fundamental para curar esta lesión.

Lástima que no siempre se pueda aplicar en cómodas dosis de 1 cm3 cada "X" horas, porque, en ciertos momentos, vendría fenomenal.

Pero bueno, vendrán tiempos mejores y veo muy probable poder disfrutar aún más de los entrenamientos, por muy duros que sean.

Cuando no tienes más remedio que parar siempre piensas que el siguiente entreno que harás(de esos que tocan "a muerte") no vas a rechistar ni una miguita. Luego uno siempre acaba penando y maldiciendo... Espero que tú estés en esa fase!

Un saludo y muchas gracias por el apoyo.