miércoles, 31 de diciembre de 2008

Punto y seguido

Acaba el año, que no ha sido malo.
Ha sido un año que puedo resumir con un único sustantivo: PROYECTOS.

Comencé en Enero con la idea en la cabeza de dedicar parte de mi tiempo libre a un deporte que siempre me había lanzado "cantos de sirena". En este 2008, 7 años después del primer acercamiento infructuoso, he claudicado al fin ante él.



Tras unos meses experimentando con las carreras populares y los crosses, debuté en Duatlón en Marzo en el Villa de Alcobendas (Cto. de Madrid). Allí descubrí que podía exprimir esta modalidad con un poco de paciencia, otro tanto de persistencia, unas pizcas de esfuerzo y constancia y algo de suerte (que siempre ayuda). Finalmente, un problema muscular que me dejaría el gemelo tocado para el resto del año, me impidió rendir al máximo, aunque acabé satisfecha por el buen resultado que estaba obteniendo hasta ese momento.




En Mayo llegó el debut en Triatlón. Y lo hice a lo grande, rodeada de apasionados de este deporte en Cullera, donde se respiraba un ambiente fantástico. Este fue el auténtico punto de partida; donde tuve la posibilidad de analizar mis puntos fuertes y también, los débiles (que son mucho más interesantes de explorar, a fin de ir afinando cositas y mejorando progresivamente).




Supe que tendría que ponerme las pilas en la piscina, que tendría que echarle horas al trabajo de técnica y coordinación. Y que necesitaba kilómetros y kilómetros de bici para ir cogiendo el truquillo a la máquina y fortaleciendo las patas y el corazón. La carrera era lo que me salvaba el culillo.

En Junio, una vez probada la miel, me tentó el Clasificatorio de Vigo. Y allí me planté con Alfredito (tras haber conseguido que le poseyera el mismo demonio que a mí).




La recompensa fue grande: Primera Clasificada en mi Grupo de Edad (4ª en la General). Regamos el premio con buen albariño y nos deleitamos con las maravillas gastronómicas de la tierra.

También había participado en el Tri de la Mujer, una prueba que tenía marcada por el buen rollo que viví allí entre 300 muchachas el año anterior: como en el 2007 hice allí mi "debut oficial" con bici de montaña, top y mallas... acabando en 32ª posición, tocaba volver para comprobar si se había producido el progreso: y efectivamente, el 6º puesto en la general así lo avaló. Acabé muy feliz (aunque me llevé de premio un ataque de alergia de órdago).




Los meses de verano fueron meses de entrenamiento y trabajo (mientras me lo permitía la pierna defectuosilla).
Y, tras una etapa algo gris que me dejó mes y medio sin correr y un mes sin nadar (debido a las lesiones que estaba arrastrando), me presenté en El Ferrol, en Septiembre, con el fin de participar en el Cto. de España de Triatlón GG.EE. El inigualable escenario me dio la fuerza suficiente para finalizar justo en la mitad de la clasificación general (puesto 44º) y 14ª de mi Grupo.




Y así, llegó la pretemporada... y luego la nueva temporada... y el día 31 de Diciembre (último del año), que cierro corriendo junto a mi más querida acompañante: mi madre.
Hoy nos hemos presentado en la línea de salida de la XXIX San Silvestre Vicalvareña. Ayer, tras despedirme de mis amigos "Halcones" depués de haber estado todos cenando juntos, e incluso, esta mañana, en los primeros metros de la carrera, mi idea era hacerla en "modo entrenamiento", corriendo junto a mi mami: pero ella me ha dicho que no, que así ni ella ni yo íbamos a ir bien, que prefería que yo tirase... y nada... lo que iba a quedarse en un entreno más, ha finalizado como una prueba con dorsal (lo que, a fin de cuentas, era). Así que, he desenfundado mi espadita (todavía no tengo una grande que dé miedo) y he hecho lo que he podido.



He llevado un ritmo regular (de 4:35/km), he ido cómoda (dentro del status competitivo), no he padecido demasiado por las molestias de las piernas, he marcado 183 ppm medias y 193 máximas y he finalizado como 5ª senior, motivo por el cual me han regalado un trofeíto que me ha hecho mucha ilusión. Esto debe ser algo así como la "medalla de vainilla"... jejeje... un 5º puesto con premio... mola!

Además, en el sorteo, mi número ha salido premiado, por primera vez y me ha tocado... UN CHORIZO, para recuperar las kilocalorías perdidas en los ocho mil y pico metros. Yujuuuuu!!!


Y ahora, toca recuperar las piernas de la pelea contra el asfalto, que siempre deja un estigma incómodo, mientras repaso todos los gratos (y algunos ingratos) momentos vividos en las pruebas antes citadas; o en otras, como la Carrera de la Mujer, con podio en categoría "madre-hija", que para mí ha sido de lo más bonito de este año.

Y recuerdo también los entrenamientos: los buenos, los malos, los duros, los "flow", los fríos, los ventosos... todos los que tengo guardados en la cabeza... todos los que han alimentado mi obsesión por este deporte tan bonito. Y los que están por venir, con mi nuevo club: el Enphorma Triatlón... mira tú: otro proyecto!

Y después, pasaré la noche junto a mi madre y mi hermano (que mañana curra), echando de menos a mi papi (que está de guardia hoy).




Y, como no sólo de triatlón vive la Myri, he de hacer un huequecito (graaandeee) para todo lo demás. Porque este blog si que se alimenta, sobre todo, de tri. Pero en mi vida hay otras cosas que caben en la palabra que define mi año: la palabra PROYECTOS.


El más importante es, por supuesto, Tito. La persona que tengo habitando en mi corazoncito y en mi alma; quien me apoya, quien me aguanta, quien me escucha, quien, a fin de cuentas... me complementa.




Otro proyecto (este, casi, de libro) es nuestra vivienda: la futura casita a la que vamos dando forma poco a poco y que ocupa en mi cabeza otra gran porción de tiempo, junto con el triatlón. Este proyecto, que iniciamos juntos mi nene y yo y que, ójala, acabemos sin obstáculos ni problemas en el 2009, va convirtiéndose en una realidad que da luz a nuestra ilusión.




Y por último, el trabajo. Ahí está: me sigue pareciendo fascinante como el primer día (a pesar de las guardias duras y cansadas que, a veces, minan un poco esa fascinación profesional).




Allí también tengo a gente muy importante: mi médico "el Doctor Crack" Paquito, mi enfermera, la siempre cabal y voluntariosa Silvia; y Ángel, ese pequeño gran genio que me divierte tanto, tan entregado al curro como voraz ante la mesa... jejeje.

No me puedo olvidar de mis bomberetes del turno 3: Pepito Leyva "el ingeniero", Toño "el artista gigantón", Carlitos "el lechoncete", Sergio "el Ronnie de ojos verdes", Rafa "de Bilbao, pues", Luís "Popeye" Simón, Sacris "el heavy biólogo", Pablo "el trovador", el jefe Horta, Jesús, Sera y demás... todos estos chicos que tan cariñosamente me tratan en el parque y tan buenos momentos me regalan en cada guardia.




Para que todo siga, como mínimo, igual de bien que hasta ahora, envío a todo el que se acerque a este rinconcillo, mis mejores deseos para el ya practicamente gestado 2009.

FELIZ AÑO 2009!!! FELIZ AÑO NUEVO!!!
Que la felicidad, los buenos momentos y la alegría os acompañen los siguientes 365 días.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Me duele todo


Hoy seré breve: estoy molida. No sé cuál es el motivo principal o por qué se han juntado todos los motivos para que esté en este estado, pero me encuentro bastante jodida.
Si me pongo a hacer una revisión de mi anatomía, me da la impresión de que estoy igualica que un muñequillo de vudú.

Empezamos por la calentura que tengo en el labio inferior (muy probablemente originada por la deshidratación de la última sesión de bici... Esto es así; suele ser "acción-reacción").

Seguimos por los hombros: tengo más petadillo el derecho (por la recidivante tendinitis del manguito de los rotadores de mi época de escaladora), aunque también me molestaba hoy un poquito el izquierdo.

Esto, sospecho, se debe a la sesión de nado "casi continuo" de ayer: los 4000 m, a los que he añadido hoy otros 2800 más han podido con mi, ya de por sí, endeble tendón.

Seguimos por las piernas: tengo una molesta sensación en el glúteo derecho. Pero también baja a la zona de inserción de los isquios, los propios isquios y la parte supero-interna de la rodilla. Esta rodilla, además, me da la lata por la zona externa (tuve el menisco externo dándome algún problema hace años y aún hoy... de cuando en cuando... se sigue queriendo manifestar para que no me olvide de que tengo que cuidarlo).

Y, para acabar (creo!), la eterna sobrecarga del gemelo izquierdo que, aunque de momento no está muy rebelde (espero que sea por adaptación a las plantillas... Eso molaría bastante!), hoy se ha notado también un ratito mientras corría 50 minutines.


En fin, que con todo esto, lo más tocado que tengo es la cabeza. Me da rabia darme cuenta de lo incapaz que soy de asimilar ciertos volúmenes de entrenamiento; en cuanto hago el intento... ZAAASSS! Ahí te va un dolor limitador.


Y mañana estoy de guardia: me temo que, con lo mal que están las cosas últimamente, no voy a poder descansar nada. Así que, si no me equivoco, el lunes también va a ser un día desperdiciado (porque no debería seguir forzando la situación hasta entrenar para perder, en lugar de para avanzar).

En fin... a ver si con el nuevo año y el nuevo club (con entrenador chupi) las cosas prosperan y puedo avanzar al ritmo debido y sin lesiones constantes.
Buenas noches.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Altibajos

"Dícese de las sensaciones que vengo experimentando últimamente".
Creo que, como todo, estos picos de alegría-mosqueo, vigor-fatiga, esperanza-desilusión tienen su explicación.

Lo cierto es que esta semana comencé con mal pie. Trabajé el lunes y, debido a la nueva Normativa de la Consejería de Sanidad, según la cual es necesaria la presencia de un médico en todas las alertas relacionadas con un tipo determinado de pacientes, la guardia fue horrorosa.
El volumen de trabajo se ha incrementado considerablemente. Apenas hay tiempo para descansar y además, por estar en las fechas que estamos, en que hay mucho estrés, mucho frío y mucha mala leche... los avisos convencionales también aumentan en niveles considerables.

Resultado: el martes llegué a casa con no más de dos horas de sueño, bastante decepcionada por la prepotencia con que nos mangonea la Dirección del Servicio y enfadada por la situación en que me tocaba hacer frente a los entrenamientos de ese día (con tales niveles de fatiga).


Aún así, salí a correr con idea de entrenar lo que el cuerpo me permitiera. En principio, tenía planificada una carrera corta junto con una sesión de 2500 nado.
Pero decidí aprovechar el buen día para hacer la tirada larga corriendo y creo que no fue la mejor decisión; cuando llevaba 65 minutos, un par de pinchacitos en la zona isquiotibial fueron el aviso suficiente para cubrir el último tramo hasta casa caminando.
Y es que, esto ya me ha pasado en otras ocasiones. Cuando el cuerpo acumula fatiga... se queja. Sin embargo, me encabezoné, dado que no había entrenado el domingo ni había podido hacer nada en el gimnasio del parque de bomberos el lunes durante la guardia. Tres días ya iban a ser demasiados (aunque debiera haber seguido el plan inicial).


El miércoles, en que tenía la intención de ir a la piscina (aparcada el día anterior), me quedé con la miel en los labios cuando, al llegar al polideportivo, el operario me informa de que ya está cerrada (por el día semifestivo) y no permiten la entrada a nadie (sólo pueden salir los usuarios que están dentro). Así que, me quedo sin nadar... y sin hacer nada.


Había recuperado bien el sueño del día anterior, pero tampoco me vino mal el paroncillo.

Hoy he aprovechado el maravilloso día que ha salido por aquí para hacer una sesión intensita de bici; he salido tarde con mi hermanillo y hemos cubierto los casi 54 km con una media de 28.75 km/h. Ya hacía bastante tiempo que no hacía salidas a ritmo. Las últimas han sido todas facilonas (aparentemente... porque la bici nunca me deja la sensación de entrenar completamente suave).
Lo curioso es que pensaba que seríamos de los pocos que optaríamos por esto pero, a pesar de la hora de salida (13.00) nos hemos encontrado por el camino con varias grupetas y otros ciclistas solos que han preferido una buena salida en bici antes que una comilona navideña más.

Y bueno, lo peor de esta semana es que tengo las patas bastante tocaditas. Entre lo de los pinchacitos del martes y la sesión calentita de hoy... uffff, a ver si consigo descargar un poco y me quedo más suave. Tengo fisio para el lunes que viene: le comentaré lo de mi pierna derecha porque, desde que he hecho spinning en el parque, me he quedado con diversas molestias que van desde un punto bajo el glúteo (lo que parece la inserción de algún músculo o, tal vez, algún nervio pinzadillo), hasta la zona isquiotibial y la cara superior e interna de la rodilla... muy raro. También me da la lata a veces la cadera (no duele, pero noto algo extraño en el exterior de la articulación)



Vamos, que vuelven los achaques físicos. Así que, me temo que, con lo mal que me he organizado esta semana y los inconvenientes que se me han cruzado por el camino, lo mejor va a ser reducir la carga un poco... a ver si así consigo encontrarme mejor.


Por otra parte, estoy ilusionada con un nuevo proyecto. Bueno... con dos: uno es el de mi casa (este no es nuevo... ahora que lo pienso, pero mola ver cómo va creciendo poquito a poco) y otro el de mi nuevo club: hace unos días coincidí con un chico en la piscina que ya conocía de tiempo atrás. El caso es que se ha montado un club nuevo con unos colegas y he decidido unirme a ellos. El club es el Enphorma Triatlon. Aún no conozco a mis nuevos compis, pero la cosa promete mucho y estoy contenta con la decisión. Supongo que seguiré entrenando casi siempre como hasta ahora (porque además estos son muy machaquillas), pero va a ser bonito formar parte de un nuevo club lleno de gente ilusionada con el triatlón.



Ya iré avanzando más cositas. Creo que va a ser un alimento importante para mi motivación.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Pedaladas en la nieve

Bueno, pues héme aquí afortunadamente entera. Estoy todavía haciendo recuento. Sí... eso de: "los dedos de las manos, los dedos de los pies... (de lo demás yo no tengo) así que me quedo en 20 y no en 23". Pero vamos bien. La cosa cuadra.

Y es que el entrenamiento de hoy ha sido de esos de subir FC y no precisamente por la intensidad sino por el miedito que he pasado.


Comenzamos más tarde de lo previsto porque mi sempiterno compañero de fatigas a lomos de una flaca se ha cargado su pedal automático tratando de ajustarlo.

Se nos ha ido una hora en pedalear hasta la tienda para que el mecánico lo reajustase y ponernos en marcha.

Luego, ha tenido lugar la auténtica aventura. Y es que a escasos 10 km de mi casa, ya se nos cruzaban en el camino los primeros neveros traicioneros; esos que, aprovechando las penumbras y las umbrías, se mantienen intactos endureciéndose hasta convertirse en plaquitas de hielo que luego te hacen ponerte el corazón en un puño cuando la rueda se desliza a sus anchas al atravesarlos.


Por tres veces he podido caer al suelo y por el mismo número de ocasiones, me he visto casi patinando o surfeando la placa hasta, incomprensiblemente, salir indemne de la desaconsejable experiencia. La última, con grito tarzaniano incluido, me ha servido para escarmentar antes de que fuese tarde; así que, a la vuelta, en todos los tramitos conflictivos he ido poniendo pie a tierra (pensando que mejor ahorrarse una ostieja que lamentarse después por cabezota).

Por todo ello, el entrenamiento no ha sido demasiado productivo. He cubierto 55 km, porque ya era demasiado tarde para hacer más y porque, más allá, la cosa se ponía todavía peor.

Así que, casi vengo convencida de que la bici se va a quedar aparcadita (o, colgadita) hasta que la situación sea más positiva. O hasta que me presten algún trasto más apropiado.








A fin de cuentas, a estos kilómetros se les saca muy poco jugo. Es mucho más interesante apretar cuando el tiempo lo permita, que... por otra parte, a este paso no sé cuándo será.

La semana pasada, por este motivo de no poder acumular volumen en bici, se me ha quedado corta de horas (cuando era una semana de carga).
He corrido más, aunque con alguna molestia latosa que otra. También he cubierto el cupo de sesiones de piscina aunque ya vuelven las "aguas a su cauce" (mira tú qué apropiado me ha quedado esto) y los tiempos de controles parciales que hago de vez en cuando no han bajado más.

Supongo que ahora llega una etapa de asimilación de la mejora adquirida hasta ahora. Y espero que, en un futuro no muy lejano, se produzca el siguiente remonte de escalón.



Y hasta que llegue ese momento (y para que llegue)... a seguir currando.

martes, 9 de diciembre de 2008

Malas artes (segunda parte)


Pues sí... no quería creerlo hoy cuando tal imagen se apareció ante mí, pero era verdad!

Esta mañana llegué a cumplir con mi entreno de carrerita en cinta (dada la persistente lluvia) + natación, con dos pensamientos en la cabeza:
a) Cuando acabe, tengo que pasarme por recepción y preguntar de nuevo por mi bañador, por si alguien se lo llevó con la humilde intención de devolverlo (y luego se olvidó de hacerlo inmediatamente).
b) Además, pediré cita para ver si descargo un poco la espalda (que estoy con una latosa contractura desde el viernes).




Y a eso de las 14.45, con los deberes ya hechos, me dirijo a las taquillas para coger los geles y la esponja cuando... (será posible lo que estoy viendo???)... ante mí se me aparece la imagen de una desgarbada treintañera luciendo un Speedo Endurance igualico al que me afanaron hace poco más de una semana.

España es asínnn. Sí! Parece mentira pero la gente puede tener la suficiente falta de vergüenza como para ponerse una prenda robada en el mismo sitio y a la misma hora donde lo sustrajo. (Así como se puede ser lo suficientemente cutre como para mangar y utilizar un bañador de segunda mano).
Pero claro, después de la cara de tonta que se me ha quedado, lo siguiente era decidir si abordaba a la piba en cuestión o no. Y claro, aquí llegan las dudas.
Porque mi bañador estaba en perfectas condiciones; no tenía ni un agujerín, ni un hilo suelto, ni el forro descosido, ni lo había marcado para evitar confundirlo con otro (¿para qué... si nunca en dos años había visto uno igual???).

Así que, pensando en cómo afrontar la situación, pues he acabado por decidir que no tenía nada que hacer:
Lo de ponerse en plan "... Pérdona, es que me dejé un bañador hace unos días y... bueno... esto... quería saber si es ese", pues como que no. Porque equivale a: "Mira, el otro día me robaste el bañador. Yo lo sé; tú más... pero no tengo cómo demostrarlo así que, si me dices que es tuyo, pues lo siguiente que me toca es comérmelo y pirarme a casa igual de rebotada y, además, con el mosqueo añadido de que me mientes en mi carita".

En fin, que ahí se ha quedado la cabrona esa con mi bañador, como se suele decir... tan pancha.




Por lo demás, un entreno sin puntos que destacar: la carrerita a ritmo facilón, aunque en la cinta eso es casi sinónimo de "alegre". Y el nado, bien: me dediqué al aeróbico medio, nado continuo y volviendo a mejorar la marca en los 500m.

Y de la bici, supongo que igual que el resto de los triatletas y ciclistas, ya ni me acuerdo. Con tanta lluvia, viento y frío, en este mes sólo llevo acumulados 25 kilometrines de una sesión de spinning. Y esto no parece que vaya a cambiar... menudo invierno, joer!

sábado, 6 de diciembre de 2008

Semanita de reducción

Me encuentro bien. Tengo la sensación de estar enérgica, de no andar con las fuerzas justitas ni mermada por el cansancio.




Y es que esta semana, en que tenía la pretensión de hacer una escapadita aprovechando el puente, que finalmente no ha podido ser, la programé, aprovechando ese hecho, de modo que fuese una semana de descarga.

Me ha venido muy bien "levantar el pie". He entrenado todos los días pero a un nivel más suave y la bici, la tengo aparcadita (sólo he metido una sesión de spinning), porque con el tiempo que hace tampoco me apetece mucho salir a pasar un calvario.



Así que, la cosa va bien: la planificación va funcionando y, por el momento, siento que sigo el camino adecuado. Aunque, hasta ahora, sólo he hecho lo más fácil.
Pronto habrá que meter caña e incrementar las horas de entreno (ahora estoy en unas 10-11).


En el agua sigo encontrando buenas sensaciones. Agarro, la coordinación va mejor, la brazada es más efectiva... ayer hice una sesión con la que me quedé muy contenta. Los tiempos van mejorando. Pero el trabajo debe continuar.
La bici, poco a poco, que no es la mejor época para llegar a conclusiones. Queda mucho que decir... ya iré viendo cuando tenga más regularidad: por ahora, unos 450 km al mes. No es mucho, pero menos es nada. Este mes, además, seguro que bajará el volumen; sobretodo, si el tiempo sigue tan invernal.

Y la carrera la llevo despacito. Sólo sesiones cortas de rodajes fáciles. Hay que seguir cuidando la pierna tocada y adaptándose a las plantillas. También es un segmento para derrochar paciencia.




Por lo demás, me ha alegrado saber que el Cto. España no se celebrará en Mallorca. Hoy por hoy, no tengo intención de que esta aficción me suponga unos gastos que me vienen muy bien para otros menesteres de mayor importancia. Y eso de tener que comprar una maletita para embarcar la bici en el avión y, además, pagar un extra por el paquetillo, no me acababa de convencer. Asi que, aunque no lo había descartado por completo, se me hacía muy cuesta arriba la idea.

En fin, en fechas cercanas veremos dónde tiene lugar el Campeonato. Pero creo que, por el momento, ese será mi objetivo de temporada.

martes, 2 de diciembre de 2008

Permanezca a la espera...

... En unos momentos le atenderemos.
Y esos momentos son lo equivalente a aproximadamente 60 minutos. Ese es el tiempo que llevo escuchando una musiquita que ponen los ladrones de Movistar para no darte de baja la línea.
Y es que, yo, que no soy de llamaditas ni mensajitos ni tecnología ni consumo, me gasto 4 pavos en el plazo de un mes y la puñetera Telefónica, me pasa facturas de 12 euros y pico, lo cual supone un robo por un montante del 66%. Mucho, no???




Pues eso, que... como hace años, estoy segurísima de que puedo volver a vivir sin móvil.
Hasta aquí ha llegado mi relación con el radiactivo aparatito. O bueno, hasta que los sinvergüenzas estos me cojan el teléfono para darle de baja.